Solo dos triunfos separan a los ourensanos del colista que intenta reflotar quien fue su entrenador durante ocho años
11 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Palabras mayores. El duelo entre el Club Ourense Baloncesto y el Melilla (Pazo Paco Paz, 19.00 horas) es un choque de trenes que buscan la vía más idónea para la permanencia en la LEB Oro.
Los cobistas ya enlazaron cuatro derrotas consecutivas, perdiendo buena parte de su colchón, mientras que el colista va por los nueve reveses seguidos y ni siquiera ha logrado enderezar el rumbo con la llegada de un técnico tan experimentado —y conocido por estos lares— como Gonzalo García de Vitoria. Aún así, los de casa solo disponen de una ventaja de dos partidos ganados más.
El técnico vasco, admite que la situación es rara, nada más llegar con su equipo a Galicia: «Será una jornada súper complicada en cuanto a sensaciones y emociones. Fueron ocho años en ese banquillo, mi mujer y mi hija son ourensanas, De todos modos, somos profesionales y estamos enfocados en sacar al Melilla del fondo de la tabla».
Gonzalo suma ya cinco partidos en su nueva etapa en el norte de África y, aunque no ha logrado ganar, se muestra optimista por el trabajo realizado: «No tuvimos mucho tiempo, porque prácticamente empezamos de cero cada semana. Llegamos en una semana de tres partidos, con lesionados y también se han ido incorporando tres jugadores, Mensah, Jarumbauskas y Davis».
Del COB, advierte que justo dejó de verlos en directo cuando llegó Félix Alonso, al marcharse con la selección española cadete y viajar después a Melilla: «Han crecido, con la llegada de Jhornan, de Kuath y de Txemi, además de recuperar a Gjuroski. Fueron capaces de ganarle a Burgos y Gipuzkoa, algo que a los de abajo nos cuesta mucho y tienen un buen entrenador, que conoce perfectamente la competición». Hoy, en todo caso, García de la Vitoria pelea por lo suyo en Ourense.
Entre tanto, Alonso ya no cuenta con Zamora, que partió hacia la liga venezolana y está pendiente de Williams o Del Águila. «Es un partido trascendental para los dos equipos, dada la situación en la que ambos conjuntos nos encontramos. Sabemos que va a ser un encuentro difícil, duro, en el que el control de las emociones va a ser determinante, en el sentido de saber manejar los momento de frustración, tensión y nerviosismo que pueden aparecer, por la importancia del mismo».