Los cachivaches mágicos

Tareixa taboada OURENSE

OURENSE

Detalle de la exposición de Fuchica
MIGUEL VILLAR

Manu Fuchica presenta su imaginario efervescente en el espacio Mur

06 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Todo el mundo ve lo que aparentas ser, pocos experimentan lo que realmente eres». Nicolai Maquiavelo.

Diseñador, ilustrador, artista, Manu rinde homenaje a Galicia desde su mirada personal con el proyecto expositivo Entroido a través del dibujo, la acuarela, el esmalte cerámico y la carpintería. Técnicas mediante las que revisa y reinterpreta tradiciones, mitos y supersticiones propias de la antropología cultural y el folklore gallego. Ourensano de adopción y madrileño de nacimiento, manifiesta un cariño entrañable a Galicia desde sus veranos infantiles en las Rías Baixas. El lenguaje vitalista y travieso de Fuchica se extiende en cachivaches y artefactos como lámparas decoradas por distintos lugares del multicanal concep store Mur Marxinal, flexible espacio articulado en distintos ambientes y abierto a la promoción de las más radicales y novedosas iniciativas culturales.

Fuchica en el improvisado contenedor de camión transformado en artístico receptáculo destinado a acoger las muestras y ubicado en el interior de la nave industrial reconvertida en espacio gastronómico-cultural expone, a través de la colección Entroido, un universo libre de interpretación como versos sueltos de una narración salpicada por la ilusión festiva de la experiencia vivida y una mirada tan irónica como fantástica, inocente y trivial como la de un niño.

Con su caligrafía efervescente de matiz xilográfico por el protagonismo del dibujo apuntado, naif y simple, caricaturesco y rápido, sintético, que remite al cómic de historieta de los 80, y de los 90 en tendencias gráficas y al cómic independiente madrileño más ingenuo que underground en su carácter expresivo y directo.

Fuchica relata escenas y tradiciones con aguadas acuarelas desde la Santa Compaña con su peregrinar esquivo y penitente de cruz y escano, a la no menos inquietante procesión de los cadaleitos de Santa Marta de Ribarteme en As Neves donde una serie de ataúdes abiertos con personas en su interior marchan ofrecidos tras haber sobrevivido a una grave enfermedad. Construye anatomías y objetos dominados por el dinamismo, especialmente en Foliada y Rapa das bestas, así como en Os Maios, Magosto, San Xoán, o Meigallo.

Son de una energía exultante Entroido y Ourense con la repetición y confusión de rostros enmascarados y la energía desprendida del vitalismo cromático y que se aprecia en Gran Folión, Luns Borralleiro y Cabritadas. Expresa sus inquietudes con una atención ingeniosa de los soportes: platos y tazas, mediante una serie de personajes que dialogan y adquieren el protagonismo de seres en sí mismos, abandonando el criterio de representación icónica del modelo tradicional. Coherencia en las escenas en las que los protagonistas del tema amable, el grupo humano y coral, familias y animales domésticos que interactúan a la mesa y se comunican con gran alegría, ingenuismo y empatía infantil.

La importancia de la elección de este modelo figurativo de colores planos, síntesis expresiva y la escala como elemento conceptual que introduce el aspecto lúdico de la experiencia y el vitalismo con el que la aborda a modo de producto animado. A pesar de la definitiva bidimensionalidad de las formas de flexible estructura dominada por una envolvente línea de contorno que dialoga con el volumen multicolor generado por una serie de cintas de diferentes colores que sugieren una puerta que introduce al espacio expositivo siempre en movimiento, como una cascada flexible y textil. Como en otros ilustradores, como María Grande, el juego de escalas mínimas implica una desacralización de la obra de arte aurática, convertida en producto o artefacto artístico y sujeto al implacable capricho del mercado. Fuchica se atreve a expresar su inquieta curiosidad a través de un lenguaje sencillo desde el impulso cerebral y emocional que implica prescindir del boceto previo, tiene así esa frescura emocionante y directa de lo auténtico, experimentando con los patrones fractales en la estructura y composición como la repetición de los modelos iconográficos, la autosimilaridad y el cambio de escala. Este lenguaje sitúa al espectador en un universo tan caótico como inestable, caprichoso, impulsivo, antilógico y emocional.

Resultan por su ingenuismo fascinantes los animales de sus platillos y volviendo a los personajes de nuestro magnifico carnaval que representa en sus tazas: al Follateiro de Lobios, A Pita de Eiroás, A Pantalla de Xinzo, Os Boteiros de Viana y Madama y madamito de Entrimo y en los platos: Volantes, Farrampón, Vergalleiros y Señoritas y Labardeiros de Mugares.