La inteligencia artificial de Jácome: de mil científicos a diseñar una aplicación móvil

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Jácome, en su rueda de prensa de ayer, rodeado de los técnicos del centro de IA y de su número dos, Armando Ojea.
Jácome, en su rueda de prensa de ayer, rodeado de los técnicos del centro de IA y de su número dos, Armando Ojea. Santi M. Amil

La oposición calcula que el proyecto ha consumido más de cinco millones

01 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, presentó ayer en rueda de prensa la aplicación «mOUbil-Ourense no peto». Se trata de una herramienta que se puede descargar para móviles Android y Apple que consiste, básicamente, en el volcado de la información que ya está disponible en la página oficial del Concello. Al igual que esa web, la aplicación es fruto del trabajo desarrollado desde el centro de inteligencia artificial creado por el gobierno de Jácome en La Molinera al comenzar el mandato.

El proyecto del alcalde era muy ambicioso y llegó a decir que podrían trabajar en él mil científicos. Finalmente —según dijo, por falta de apoyo de otras Administraciones— la realidad es más modesta y son solo una decena. Ayer, con motivo de la presentación de la aplicación para móviles, dos de los técnicos que trabajan allí repasaron los hitos del centro desde su creación. Así, además de la página web, han desarrollado sistemas para reservar los libros de la campaña anual para escolares o para que los trabajadores municipales fichen. Actualmente trabajan, según explicaron, en un sistema de información geográfica que podría tener diversos usos y que se plantea como una funcionalidad futura para la aplicación presentada ayer.

Otro posible uso para esa herramienta que aún no está disponible sería la creación de un asistente virtual para resolver dudas de los ciudadanos mediante un chat con inteligencia artificial. Lo que sí puede disfrutarse ya en esa herramienta es de todas las noticias publicadas en la web, así como de un acceso directo a la sede electrónica y varios listados de Google Maps con información sobre puntos de interés turístico o instalaciones sanitarias. Además, hay un apartado de avisos para incidencias de todo tipo que ocurran en la ciudad, como por ejemplo cortes de tráfico. La aplicación cuenta, además, con notificaciones push, que pueden configurarse para recibirlas incluso cuando la herramienta no está en uso.

Ignacio Abadín, uno de los técnicos que habló en la presentación de ayer, explicó que su objetivo es la digitalización de los procesos en el Ayuntamiento, que estaba «totalmente obsoleto». Sin embargo, desde la oposición ponen en duda la utilidad del centro de IA impulsado por Jácome. Los concejales que dejaron su partido, Democracia Ourensana, calculan que el proyecto ha costado ya más de cinco millones de euros, por algunas compras tecnológicas y, especialmente, por los sueldos del director general, David Olivieri, que dimitió el pasado verano y no ha sido sustituido, y de los diez ingenieros informáticos que fueron contratados como interinos por el Concello para el centro.

Los técnicos proponen geolocalizar los buses, pero el alcalde lo descarta

La aplicación para móviles presentada ayer por el Concello incluye una estimación del tiempo de llegada de los autobuses urbanos a cada parada. Para tener datos exactos, según explicaron los técnicos, sería necesario colocar balizas de geolocalización en los vehículos, algo que depende únicamente de una «decisión política», dijeron. Sin embargo, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, descartó por ahora poner en marcha ese proyecto. «Discrepo conceptualmente», dijo el regidor, que remarcó que lo importante es que los buses sean siempre puntuales, de modo que ya no sería necesario saber dónde están exactamente en cada momento. Eso será posible con la nueva licitación del servicio que, según dijo, se aprobará en marzo y no en febrero como había anunciado recientemente.

Por otra parte, al alcalde le preguntaron por los datos que alertan del mal estado de más de la mitad de los edificios del casco viejo y dijo que la situación del barrio «es culpa de la Xunta de Galicia y del Estado español».