Cambió Argentina por Galicia y ahora sirve empanadas y pizzas en su propio restaurante en Valdeorras

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Ángel y Nadia, sosteniendo una bandeja de sus empanadas argentinas, en Orballo, en A Rúa
Ángel y Nadia, sosteniendo una bandeja de sus empanadas argentinas, en Orballo, en A Rúa Santi M. Amil

Nadia Filter se vino en el 2002 y hace apenas unos meses abrió Orballo, un local de comida italiana gaucha

13 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La argentina Nadia Filter emigró a Valdeorras en el 2002. En plena crisis en Buenos Aires, ella y su marido se plantearon qué hacer. Él tenía familia en la comarca así que este fue el destino escogido. Se vinieron con su hija pequeña y muchos sueños en la maleta. Entre otros empleos Nadia trabajó en un supermercado en O Barco y fue allí donde conoció a Ángel García, su mano derecha en el nuevo proyecto que ha puesto en marcha. Se llama Orballo y es un restaurante especializado en la cocina italiana y argentina, situado en la calle Progreso de A Rúa. «Un día se nos cruzaron los cables y pensamos qué íbamos a hacer de nuestras vidas si seguíamos allí. Así que nada, me lancé a emprender y abrir mi propio negocio», resume Nadia. Lo hizo en julio. El punto más fuerte de Orballo es que nació para adaptarse a los gustos y necesidades del cliente. «Quiero servir a los vecinos y darles de comer bien. Así que no me limito, de hecho vamos añadiendo y modificando cosas según demanda», afirma. Por eso, además de toda la carta, tienen también un plato del día, que suele ser un potaje o un guiso, para todos aquellos que prefieran que les cocinen. «Pueden comerlo aquí o llevarlo para casa», explica.

Todas sus elaboraciones son 100 % caseras. «Hacemos nosotros mismos desde las masas hasta las salsas y, por supuesto, las tartas», comenta. Tienen raviolis, lasañas, tallarines y pizzas frescas con todo tipo de ingredientes como champiñones naturales, jamón o crema carbonara. Uno de los secretos mejor guardados es la salsa que llevan de base. «Era la especialidad de mi suegro. Está deliciosa y le da muchísimo sabor», afirma. Ya no es su suegro porque Nadia se separó hace unos años, pero lo cierto es que lo que hace esta cocinera argentina ha conseguido conquistar hasta a su exmarido. «Cada vez que viene por algún tema de la niña, se queda a comer. Eso es buena señal», bromea. No faltan las empanadas argentinas, rellenas de pollo, de carne, de queso y cebolla caramelizada. Y en la parte dulce Nadia también despunta con pasteles elaborados de limón, de dulce de leche, de chocolate o incluso de Kinder Bueno.