Un viaje por la historia de la radio

La Voz

OURENSE

Marcos Vila, gerente de Ponte Vella, y Severino Bermello en la presentación de la exposición de radios y gramófonos antiguos
Marcos Vila, gerente de Ponte Vella, y Severino Bermello en la presentación de la exposición de radios y gramófonos antiguos MIGUEL VILLAR

Severino Bermello expone su colección de aparatos antiguos y gramófonos en el Centro Comercial Ponte Vella

10 feb 2023 . Actualizado a las 15:21 h.

A Severino Bermello Puga la vida lo llevó desde su pueblo natal de A Touza (Maside) a San Sebastián, para fijar luego su residencia en la ciudad de Ourense. A Donostia se fue con Renfe, en su condición de electricista de la empresa ferroviaria. En Euskadi recaló en el año 1952 y decidió trabajar por las tardes en un taller donde reparaban radios y televisiones. Y ahí empezó todo. Cuando regresó, a comienzos de los años 80 del pasado siglo, se trajo consigo los primeros ejemplares de una colección que en la actualidad es única en su género, que cuenta con cerca de cuatrocientas piezas y que se expone -una selección de las mismas que reúne casi un centenar de referencias- en el área comercial Ponte Vella hasta mediados del mes de marzo.

En la presentación de la exposición que aglutina las radios antiguas, gramófonos y discos de la época -entre ellos ejemplares de pizarra- el presidente del centro comercial, Jorge Bermello, confesaba su alegría por dos aspectos que se dan cita en esta nueva propuesta de Ponte Vella: el haber materializado la iniciativa tras años de intentos y el poder exponer la valiosa y variada colección de Severino Bermello, del que confesó estar emparentado por ser primos.

Las piezas que se exponen en Ourense constituyen todo un recorrido por la historia de estos materiales. El aparato más antiguo es una de las primeras radios de lámparas, que había que escuchar con cascos, que data del año 1924. Las personas que se acerquen a ver la colección que se exhibe en Ponte Vella podrán realizar un paseo ilustrativo por la evolución de los formatos y tipologías: desde las rudimentarias de galena -precarias pero con una gran calidad de sonido, exento de perturbaciones- a las de lámparas. También se pueden ver los altavoces que se acoplaban a las radios para obtener una mayor resonancia. Una selección de los gramófonos y discos, desde los más antiguos de pizarra a los posteriores de vinilo, de la colección de Severino Bermello también se exhiben en la segunda planta de Ponte Vella.

En los sesenta años que ha dedicado a adquirir y reparar las piezas de su patrimonio -todas en perfecto estado y funcionando- el ourensano ha comprado materiales de la procedencia más dispar: en Suecia, Dinamarca, Argentina, Brasil, Estados Unidos, Rusia, Canadá, Noruega o Francia, entre otros países, fueron fabricadas las radios que forman su colección. Una de las piezas expuestas es un dictáfono, aparato que fue el predecesor del gramófono. 

En la presentación de la muestra Severino Bermello confesó que durante años recorrió los lugares más insospechados para conseguir el material: desde un almacén de Ponferrada a los mercadillos de Estella (Navarra), el sur de Francia o el rastro madrileño, entre otros lugares. Aunque dijo valorar todas sus piezas por igual y lo que destacó fue la colección, sí se refirió a tres casos singulares por las circunstancias en las que se hizo con el material o por su procedencia. Uno de los aparatos de radio, de los años 40, fue utilizado por los guerrilleros de UNITA que luchaban por la independencia de Angola. Con el mismo se seguían las noticias de la contienda en los campamentos. Uno de los mercenarios se lo trajo consigo y Bermello Puga se lo compró. Otra de las piezas de lámparas es una emisora empleada por la Guardia Civil de A Coruña para transmitir los partes de guerra. La tercera de las joyas expuestas en el centro comercial es una radio Philips fabricada en Holanda y destinada en exclusiva al mercado ruso. Se trata de una de las rarezas de la época de la Guerra Fría.  

A sus más de 80 años, Severino Bermello reconocía en la presentación de la exposición que ya no está para andar buscando nuevas piezas por mercadillos, rastros y tiendas de segunda mano, pero que sigue alimentando su pasión mimando sus radios y revisándolas periódicamente. 

Desde Ponte Vella se destaca que el coleccionista será el guía de excepción para las visitas organizadas que se realizarán a la exposición. La misma se podrá ver en la segunda planta del centro hasta mediados de marzo.