El delantero recién llegado destaca el ambiente de la remontada al Silva y confía en optar con la UD Ourense a otro ascenso seguido
08 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.David Rojo Toba (A Coruña, 2000) vistió por primera vez la camisola de la UD Ourense el pasado domingo. Con ascendencia en Cee (por parte de padre) y Muxía (línea materna), sus genes tienen mucho que ver con el más auténtico fútbol da Costa, pero ya de niño se hartó de golear en la cantera del Dépor y el pasado curso también aportó 14 dianas al ascenso del filial del Lugo a la Segunda Federación. Curiosamente debutó en O Couto ante el Silva, su primer equipo en la categoría: «Siempre es un rival muy difícil y la remontada tuvo un gran valor para nosotros».
La entrada de David en la segunda mitad debía mejorar la imagen de los rojillos en la primera, pero se encontraron con un nuevo revés: «El 1-2 nos dejó noqueados unos minutos, pero creo que en los últimos 25 dimos un arreón muy fuerte y que la victoria fue merecida, aunque fuera tan a última hora».
El nuevo atacante no marcó, pero fue uno de los hombres más incisivos en ese tramo decisivo de la contienda. Ese será su cometido en lo que resta de temporada, según apuntaba al respecto: «Vengo para rendir al máximo y mantener un buen nivel que ayude al equipo, tanto marcando goles como generando oportunidades, pero lo importante será que a nivel colectivo podamos luchar por el ascenso».
Un desafío por el que ya peleó con el Somozas y que consiguió finalmente con el Polvorín hace unos meses. En la nueva categoría vio como descendían sus minutos en juego, pero confía en volver a ser un asiduo en las alineaciones de la UD Ourense: «Aunque estaba en otra liga, estuve siguiendo la categoría y la veo muy igualada, hay bastantes equipos en pocos puntos y si enganchas una buena dinámica te metes arriba. En Lugo conseguimos ascender con un equipo muy joven y humilde, eso fue lo más importante. Aquí toca enlazar resultados positivos, comenzando por la visita al Arteixo, que no nos lo pondrá nada fácil».
Antes de su llegada, Jorge De Dios ya le había hablado del ambiente de su nuevo estadio y, tras vivirlo, David no tuvo duda en esgrimir: «Jugar en O Couto como local fue una auténtica locura, lo disfruté mucho y más en una remontada a última hora. Con la afición siempre tan motivada tendremos una gran ayuda».