En esta escuela, contra el vandalismo utilizan el arte

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Alejandro Camba

Tras dos pintadas en la persiana de su local, Marta Dorribo decidió hacer ella misma un mural de reivindicaciones en la puerta de O Cabalo Fosforito

10 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La ourensana Marta Dorribo abrió el taller de arte O Cabalo Fosforito en la avenida de Marín, en A Ponte, en el 2015. Desde entonces allí imparte clases de pintura, serigrafía, modelado, grabado o fotografía, entre otras. O Cabalo Fosforito es un espacio en el que aprender y también compartir y generar arte. Lo es a todos los niveles. Tanto, que Marta es capaz de convertir en movimiento artístico lo que aparentemente empezó siendo una simple muestra de vandalismo. Y es que en estos últimos meses la creadora se encontró con la persiana de su local pintada en dos ocasiones. «A primeira vez apareceu unha pintada sobre o Partido Comunista pola República Galega. Informeime e resulta que tiven que pagar a rehabilitación eu mesma porque non se facía cargo nin o seguro nin ninguén», explica. La segunda vez que amaneció con un regalo en la persiana fue a mediados de diciembre. «Outra vez era unha frase politizada, unha queixa. Decidín que como era visto que a xente tiña por costume expresarse nas persianas, pois que iamos facelo de maneira bonita e artística», relata. Así que convocó a compañeros, amigos y alumnos para que pintasen y escribiesen en su puerta todo lo que quisiesen, de una forma reivindicativa y al mismo tiempo estética. «En vez de gastar os cartos en pintura branca, invertinos en cores, e o resultado polo menos ten que ver co meu proxecto», dice.

Empezaron pintándola sus alumnos de las clases de dibujo y por último unos amigos artistas se lanzaron a plasmar algunas letras. Libres domingos y domingas; la conciliación son las madres; o una petición para que llegue un tren digno cuanto antes, son algunas de las quejas que pueden leerse en la persiana de O Cabalo Fosforito cuando el taller está cerrado. «O que máis me fastidiaba era que lle fixeran estas cousas a xente coma min, que teño un pequeno negocio e suficientes gastos. Ao final fixemos de algo malo, algo bonito, que sempre é o mellor que se pode facer», termina.