Generosa dice adiós a 30 años en el quirófano: «O mellor era dicirlle a un paciente que a operación saíra ben»

María Cobas Vázquez
María Cobas OURENSE

OURENSE

Los compañeros de pasillo le hacen el pasillo a Generosa Rodríguez por su jubilación Sergas

La enfermera trabajó en el HCV y en Sarreaus antes de llegar al CHUO

23 dic 2022 . Actualizado a las 23:07 h.

Generosa Rodríguez Vilar ya no volverá a vestir la bata del quirófano. A sus 64 años, la enfermera empieza vacaciones y suma unos días libres pendientes para llegar al 7 de febrero. En esa fecha celebrará su cumpleaños y pasará a estar jubilada. Dice adiós de esta forma a más de cuatro décadas trabajando como enfermera.

Nacida en Vilar de Barrio, Generosa formó parte de la promoción 1977-80 de la escuela de enfermería del hospital Santa María Nai. Ya con su título en la mano, en agosto de 1980 se trasladó a O Barco para trabajar en el Hospital de Valdeorras, donde estuvo cuatro años. Después pasó otros dos en Sarreaus para, tras varios pequeños contratos en la privada, llegar a la residencia. Entró a trabajar en lo que hoy se conoce como el CHUO en 1987. Primero estuvo en Nefrología y reconoce que estaba contenta, pero dos de sus mejores amigas estaban en quirófano y quiso probar. «Cambiei e xa nunca máis marchei», relata. Fueron treinta años en el servicio de Cirugía. Reconoce que no es un lugar con gran contacto con los pacientes. «Non hai moito trato, porque chegan, faslle unhas preguntas e xa os anestesian», explica la enfermera. Y volvían a verse en el despertar. «A xente vén con medo, sobre todo cando se trata de operar tumores. Para min o mellor era dicirlle a un paciente que a operación saíra ben, que estivera tranquilo porque estaba todo ben», reconoce. En todo caso, apunta a que no siempre es así. «Moitas veces todo iba ben e podías dicilo, pero por desgraza outras moitas non se podía», lamenta. 

Generosa Rodríguez se jubila tras 42 años trabajando como enfermera
Generosa Rodríguez se jubila tras 42 años trabajando como enfermera SERGAS

Generosa solo tiene palabras de agradecimiento para los compañeros. «Sempre me trataron moi ben», cuenta. Y no podía ser menos en su último día. La veterana enfermera se esperaba algún gesto de despedida, pero reconoce sentirse abrumada por las muestras de cariño recibidas. Todos los trabajadores del servicio se juntaron para hacerle el pasillo, aplaudirle, regalarle unas flores y algún detalle más y, sobre todo, darle muchos besos y abrazos. «Emocionoime moito, non esperaba tantas mostras de cariño», cuenta sin ocultar la alegría por saberse querida por todos aquellos con los que ha compartido tantas horas de trabajo. Ahora para Generosa los turnos y las guardias se acabaron. Comienza a disfrutar de no tener horarios ni obligaciones laborales. Sobre la nueva etapa en su vida, se reconoce feliz. «Só pido ter saúde para desfrutar da vida e da familia», resume.