Una médula para Luka: «La donación no duele ni tiene consecuencias para el donante»

Aixa Rodríguez Carballo
aixa r. carballo OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Una asociación hizo parada en Ourense recientemente para concienciar sobre la donación de médula
Una asociación hizo parada en Ourense recientemente para concienciar sobre la donación de médula cedida

La búsqueda para el pequeño ourensano, de 4 meses, se realiza a nivel internacional

09 dic 2022 . Actualizado a las 09:26 h.

La donación de médula es un proceso relativamente sencillo que puede salvar muchas más vidas de las que se cree. Por ejemplo, la de Luka, un bebé ourensano de solo cuatro meses que necesita un trasplante urgente para poder curarse de una enfermedad genética llamada osteopetrosis que le produce una deformación ósea. Sus padres están tratando de conseguir por todos los medios un donante. A continuación, detallamos algunas de las pautas necesarias para donar y poder salvar vidas.

¿Qué es la médula ósea?

En primer lugar, es necesario saber que la médula ósea es el tejido que produce la sangre. Se localiza en el interior hueco de ciertos huesos y es el hogar de las células madre de la sangre. En definitiva, es lo que se busca obtener con la donación.

 

¿Quién puede donarla?

«Puede ser donante toda persona sana desde los 18 hasta los 60 años, siempre que no tenga ninguna enfermedad que se pueda transmitir al receptor, o que ponga en peligro su propia vida», explica la Axencia de Donación de Órganos e Sangue. Sin embargo, desde el 2018 solo se incluyen en el registro los nuevos donantes que tengan entre 18 y 40 años. Esta circunstancia se debe, según indica el hematólogo ourensano Julio del Río, tiene un motivo muy obvio: «Se le pide principalmente a la gente joven, no porque la sangre del resto sea mala, sino porque como pueden tardar en avisar para donar, es mejor contar con personas que puedan estar disponibles durante más tiempo».

¿Cuáles son los pasos a seguir?

Una vez que una persona esté decidida a donar deberá inscribirse en el Registro de Donantes de Médula Ósea (Redmo). «En ese momento se le realizará un pequeño examen médico que incluye análisis y prueba de ADN», explica Julio del Río. «Si ahí ven que todo está en orden se guardan los datos en un registro informático», añade. Sin embargo, esto no significa que dicha persona vaya a donar de forma instantánea. «Solo la llamarán si hay una posible compatibilidad con el paciente que necesita el trasplante», aclara. En ese caso, se le realizará un examen más exhaustivo para comprobar que realmente puede ser donante. Si los resultados son compatibles se puede empezar el procedimiento en un centro de donación.

¿Qué formas hay para donar?

Actualmente, el procedimiento más utilizado es recurrir a la sangre periférica. Es similar a la donación de sangre pero con una duración más extensa. «El donante se sienta en un sillón durante un par de horas y se conecta a una máquina de aféresis. De esta forma su sangre sale a través de una vena y pasa por un circuito que selecciona las células madre y devuelve el resto de la sangre. No duele, ni tampoco tiene consecuencias para el donante», comenta el hematólogo. Normalmente, unos días antes de la donación, se administran entre cuatro y cinco inyecciones subcutáneas para favorecer al incremento de progenitores hematopoyéticos —o lo que es lo mismo, células madre— en la sangre.

Otro de los métodos —que ahora solo se utiliza en casos muy concretos, porque la enfermedad del paciente lo requiere— es someterse a una serie de pinchazos para extraer la médula ósea de los huesos de la cadera. «En este caso se hace con anestesia general o epidural. Parece algo muy exagerado pero no deja ningún tipo de secuelas, tras el pinchazo el hueso se regenera muy bien», aclara el hematólogo recalcando que ahora solo se sigue este procedimiento en casos mínimos y muy necesarios. Por último, otra de las maneras de donar, ­—que podría aplicarse en el pequeño Luka— es a través de la sangre del cordón umbilical. Alberga la cantidad de células madres suficientes como para poder hacer un trasplante. «Con adultos es muy raro que funcione esta forma de adquirir las células pero para los niños es otra puerta abierta para localizar un donante compatible», dice Del Río.

¿Cómo buscar un donante compatible?

Cuando un paciente necesita un trasplante de médula se le hacen una serie de análisis y se rellena un formulario con todos sus datos (edad, diagnóstico, historia clínica resumida, características específicas, etc.). Posteriormente, se activa una búsqueda internacional a través del Redmo para localizar a una persona compatible. Esta búsqueda la debe autorizar la coordinación de trasplantes de la comunidad autónoma donde resida el paciente.