La falta de relevo en la cocina cerrará el restaurante Habana 83 de Ourense el 31 de diciembre

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Antonio Simoes, en el restaurante Habana 83
Antonio Simoes, en el restaurante Habana 83 Santi M. Amil

El propietario del restaurante, el cocinero Antonio Simoes, se jubila y dejará el negocio en el 2023

05 dic 2022 . Actualizado a las 15:04 h.

El restaurante Habana 83 de Ourense cierra. Lo hará el próximo 31 de diciembre y de forma definitiva. Su propietario y jefe de cocina, Antonio Simoes, se jubila. «Llevo años aguantando mis achaques. Que si una hernia, que si artrosis, que si un problema en la rodilla... y he decidido que lo mejor es parar antes de que esto pueda afectar a mi saber hacer en el trabajo», explica. Lo dice con el corazón roto. «Me da muchísima pena. Se me aprieta el cuerpo cada vez que pienso que se acerca el día», añade. Y es que este restaurante, que abrió junto a su cuñado hace ya treinta años, siempre será el gran amor de su vida. El que fue su socio en esta aventura se jubiló al inicio de la pandemia y Antonio lo hará con el comienzo del 2023. La despedida será la noche de Fin de Año, la última para este emblemático negocio de Ourense. Una velada muy especial que muchas familias ourensanas llevan años celebrando en el restaurante, donde es tradición que el propio Antonio salga a dar las campanadas con una cacerola. 

«En parte estoy contento porque tengo muchas ganas de dedicarle tiempo a los míos. Tengo un nieto de 9 años del que apenas he disfrutado aún porque este sector es muy esclavo. Es una vida muy sacrificada», dice Antonio. Precisamente a eso se debe que no haya encontrado relevo en la cocina y tenga que cerrar el Habana 83. Su equipo tampoco se ha animado a coger el negocio. «Son excepcionales y estoy seguro de que no van a tener problema para encontrar trabajo», afirma el cocinero.

A partir del 1 de enero, Antonio entregará las llaves del local y el Habana 83 cerrará sus puertas. Hasta entonces, el cocinero ourensano estará encantado de recibir en su casa a todos los que quieran despedirse de este lugar como merece, comiendo y brindando. Y además en temporada de caza, su especialidad. 

De lo clásico a lo moderno

El restaurante abrió en 1992 con la intención de ofrecer cocina tradicional. Hacían platos combinados en los que destacaban sus milanesas. Poco a poco se fueron modernizando y dejando conquistar por las nuevas opciones culinarias. En su carta entraron propuestas, que ya nunca se fueron, como los langostinos al curri con arroz, el arroz meloso de almejas o las brochetas de rape. Hoy en día se atreven con platos como el tataki de atún rojo y son uno de los mejores lugares en la provincia para degustar este producto. 

Muchos van al Habana 83 por sus postres, donde destaca su torrija carameliza. Pero la mayoría tienen devoción por este negocio gracias a elaboraciones de temporada, como la lamprea o cualquier carne de caza. Son expertos a la hora de preparar avestruz, ciervo, jabalí o corzo.