Esta ourensana cambia el por mayor por la artesanía de piezas únicas

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Santi M. Amil

Lilia Méndez acaba de abrir AO Domini, un espacio dedicado a las obras de autor, a la colaboración artística y a la sostenibilidad

27 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Lilia Méndez tiene unos enormes ojos azules en los que casi es posible zambullirse y nadar a mar abierto mientras ella habla, embelesada con su nuevo proyecto en Ourense. Uno que ha llegado para cambiarle la vida para bien. Esta ourensana empezó a poner en marcha AO Domini, que acaba de abrir sus puertas en la calle Alejandro Outeiriño de la ciudad, a principios del 2021. «Siempre había fantaseado con tener una tienda diferente, un proyecto muy personal, lleno de ideas preciosas y únicas de diferentes artistas de mi tierra», cuenta. Precisamente el azul, como sus ojos, es el epicentro de todo su proyecto. «AO es como se lee este color en japonés. Todo lo que hay en la tienda encuentra inspiración en Japón pero trasladado al mundo atlántico, que parece que no, pero son dos lugares hermanos. En el rural gallego encontramos muchísimas similitudes con la artesanía y la tradición japonesas», explica Lilia. En su rinconcito, en el corazón de Ourense, vende piezas de autor elaboradas por artistas con quien ha ido contactando a lo largo de los últimos meses. En la mayoría de casos se trata de colaboraciones exclusivas en las que Lilia también participa en el proceso creativo y en las que siempre prevalece la sostenibilidad. «Todo lo que hay aquí está pensado para respetar el medio ambiente. Ni tan siquiera hay recursos de producción nueva, todo son textiles que he recuperado y les he dado un uso para la vida actual», explica.

Estudió arquitectura de interiores pero siempre ha trabajado en el sector textil. «En marcas muy conocidas de moda española. He tenido que viajar muchísimo por el mundo sola. Al final, recién superados los 40 años, me di cuenta de que sí, era feliz, pero no me sentía realizada y necesitaba un cambio», recuerda. Después de tanto recorrer mundo y de muchas visitas a su hermano, Adrián, afincado en Ámsterdam; de perderse entre bazares y mercados de piezas de artesanía y de productos de segunda mano, Lilia se dio cuenta de lo que quería: AO Domini. Tenía 41 años y estaba en paro. «Llegó de forma mágica y evidente. Me di cuenta de que tenía que haber maneras de promocionar la artesanía y Galicia sin necesidad de irnos a producir al quinto pino, haciéndolo bien y bonito y saliéndonos del nicho habitual. Creo que aquí hay personas con una cultura, un bagaje, un mundo... que buscan diferenciarse, que no vayamos todos iguales, y eso es lo que ofrece nuestro espacio», cuenta. En su tienda hay poesía y romanticismo convertidos en productos. Hay servilletas que antes fueron sábanas de lino que cubrieron a jornaleros agotados de hacer la vendimia en O Ribeiro. Hay camisones una costurera ourensana de 84 años ha restaurado a mano con botones de vidrio y pasamanería antigua, para que ahora sean perfectamente un vestido de entretiempo. «Aquí es todo de cercanía. Yo puedo enamorarme de una pieza en Holanda o en Francia, comprarlas allí, pero luego las recupero aquí con ayuda de artesanos gallegos. En cada etiqueta está todo especificado», admite.

Las joyas que la compostelana Carmen Lago hace en Macala; las piezas de Vikensen, la marca del tornero de Tomiño Aitor Martínez; las prendas que diseña la gallega Cecilia Portela con cachemir reciclado de Nepal para su marca Matka; o la cerámica de Xaime Piñeiro. Todo ello puede descubrirse en AO.