La ourensana que logró que la dejaran jugar con un audífono llega a la selección española de fútbol sala

OURENSE

Candela Soria
Candela Soria XAIME RAMALLAL

Candela Soria, la goleadora del Ourense Envialia, ya había sido citada en el 2017 pero no llegó a debutar al romperse el ligamento cruzado

15 nov 2022 . Actualizado a las 20:44 h.

Claudia Pons, seleccionadora nacional de fútbol sala femenino, se movió rápido para cubrir la baja de la ourensana Vanessa Sotelo y la contrapartida fue una excelente noticia para su vecina, Candela Soria López (Ourense, 1998). Un premio que le arrebató una grave lesión cuando solo tenía 18 años y que recoge ahora con una matrícula de honor en tesón.

«Estoy muy contenta, feliz. Lo mejor es que me han dicho que lo de Vane no es grave, porque ella también sufrió como yo los efectos de los problemas físicos», subraya una Candela que comenzó a darle patadas al balón pequeño en Carmelitas con 8 años y entró en la prolífica cantera del Cidade de As Burgas a los 10. En solo cinco temporadas más debutó en la Primera División y a los 18 se le abrieron las puertas de la selección absoluta: «Fue una preselección y, cuando se iba a dar la lista definitiva, me rompí el cruzado de la rodilla en el derbi contra el Envialia. Fue terrible, lo pasé muy mal. Solo salí adelante con el apoyo de familiares y amigos, porque llegué a pensar en dejarlo».

En el proceso de recuperación decidió integrarse en la estructura del Ourense Envialia, que se brindó a trabajar con ella para facilitar la rehabilitación de su rodilla: «La verdad es que cumplieron con todo lo prometido. Me pasé unos siete u ocho meses sin jugar y volví a reaparecer con ellos en la Primera División, pero se me hacía difícil de compaginar con mis estudios de INEF y me fui a jugar al Amarelle coruñés».

Antes tuvo otro problema serio, porque una pareja arbitral no le dejó jugar con el audífono que utilizaba para paliar su déficit auditivo del 50 % en ambos oídos: «Fue una historia desagradable, que también me llevó a pensar en dejarlo, pero por fin la federación me ha dejado usarlo y nunca volví a tener problemas». Candela se desenvuelve con un único aparato de audio y lo fija para evitar que se le mueva. Aunque las tecnologías avanzan, ella se defiende bien en la cancha: «Juego así desde pequeña y no es ningún problema para mí, lo complicado fue cuando lo quisieron prohibir, porque no oía nada y me sentía desorientada».

En tierras herculinas también afrontó notables experiencias vitales. Mientras terminaba su carrera descendió a Segunda División, pero decidió quedarse con Jorge Basanta: «Es un técnico que me ha marcado mucho y, aunque estábamos en una categoría inferior, trabajamos mucho y me ayudó a perfeccionar muchos movimientos como pívot». En la categoría de plata, se despidió del conjunto naranja con una tarjeta de 50 goles en una temporada coronada con el ascenso.

De vuelta a casa en el Ourense Envialia y con el título académico también en el bolsillo, Soria López sigue formándose. En A Farixa busca el título de entrenadora en la especialidad de fútbol sala, a la vez que se estrena dirigiendo a uno de los equipos del Colegio Miraflores. También realiza algunos cursos, antes de afrontar un máster. No lo dudó mucho en cuanto a volver al Envialia: «Ya sabía que este es un club muy serio y en una charla con Raquel Mondo, a la que no conocía, me transmitió muy buenas sensaciones y me aseguró que le gustaba trabajar con jugadoras jóvenes. La Liga no empezó bien del todo, pero ganamos dos partidos seguidos y vamos hacia arriba. Ahora la selección es otro aliciente. Todo va muy bien». Los amigables ante Japón serán un test para la progresión evidente de Candela, que ya está entre las mejores realizadoras de la Liga, con siete anotaciones en las primeras ocho jornadas.