María del Carmen Sánchez, la primera celadora de España: «Luchamos para que la mujer tuviera su sitio en el hospital»
OURENSE
En 1985 fue pionera en un trabajo hasta el momento reservado únicamente los hombres y donde ahora las mujeres son mayoría
05 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El 57 % de los 479 celadores que trabajan en el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras son mujeres. Hace tiempo que ellas son más y cada vez ganan mayor cuota de ocupación en una profesión que en su creación hace más de 50 años era exclusivamente masculina. Y así lo fue durante un tiempo, aunque esa realidad hace tiempo que está superada. Fue el 1 de junio de 1985 cuando María del Carmen Sánchez Gallego entrada en el oficio, Fue la primera celadora de la provincia de Ourense. En realidad, fue la pionera en toda España. «Me llamaron del Insalud [entonces las competencias sanitarias dependientas del Ministerio de Sanidad], fui y no tenía ni idea para dónde me iban a mandar», recordó. Acabó en el hospital Nosa Señora do Cristal, el antiguo materno. Allí trabajó hasta 1994, año en el que la trasladaron al hospital «general», ambos ahora integrados en el CHUO, en el que seguía cuando un accidente laboral en 2005 acabó puso fin a su vida como trabajadora activa y pasó a la jubilación.
«Luchamos para que la mujer tuviera un sitio aquí y cada vez van viniendo más y lo veo estupendamente. Tenía que haber muchas más», dijo riendo. Habló en el acto de celebración del Día del Celador, que se conmemora oficialmente hoy. Ella fue la protagonista de un encuentro en el CHUO que quiso destacar el papel pionero de las primeras mujeres del oficio. Sánchez fue la primera. Un año después, en la provincia se unió Elisa López, que comenzó a trabajar en el Hospital de Valdeorras, en el que todavía sigue, ahora como enfermera. Al comarcal de Verín, en cambio, no llegó la primera celadora hasta el 2005. Fueron pioneras en un oficio hasta entonces exclusivo de hombres y Sánchez hace un balance de lo más positivo. «Estoy muy agradecida a los jefes y a los compañeros; en realidad lo tengo pasado muy bien», reconoció.
Ellas son mayoría a pesar de que el estatuto de personal sanitario por el que se rigen ni siquiera las contempla como posibles trabajadoras. El documento data del año 1971 y entonces se resaltaba como un trabajo masculino. «Recoge funciones que en su mayoría están obsoletas», como remarcó Daniel Martínez de Arribas, celador y jefe de personal subalterno. Pidió «que se actualicen las funciones y se trabaje en ese nuevo celador que tiene que adaptarse a los hospitales actuales y que se dignifique la profesión». Porque hace muchos años ya, recordó que no se encargan de labores de vigilancia en los hospitales (trabajo que realizan profesionales contratados a través de empresas privadas) y se centran en tareas asistenciales dirigidas al trabajo con el paciente, que van desde la movilización de pacientes encamados hasta el acompañamiento en pruebas o consultas, entre otras muchas.
«Sodes a primeira faciana e a última que ven en moitas ocasións os pacientes», remarcó Inés Garrido, directora de Recursos Humanos, que hizo hincapié en el lema de este año, Ao teu lado en cada paso do hospital. «Deixades sempre unha pegada moi importante nos pacientes e tamén repercutides moito na imaxe que ten o hospital de cara ao exterior», dijo, antes de agradecerles su implicación en el trabajo diario. Loli Durán, directora de Recursos Económicos, les reconoció como «fundamentais». Como dato, dijo que muchos pacientes al preguntarles por su estancia en el hospital comentan su conversación con el celador.
