Miles de ourensanos tienen nuevo médico tras cerrarse la oposición sin examen

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Manuel González trabaja en el centro de salud de Trives y se va para O Barco
Manuel González trabaja en el centro de salud de Trives y se va para O Barco Lolita Vázquez

Manuel González se va del centro de salud de Trives al de O Barco: «Eu tería quedado onde estou, pero non coller a praza sería permanecer á deriva»

28 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Varios miles de ourensanos tienen nuevo médico de cabecera. La oposición sin examen abierta por la Consellería de Sanidade para conseguir facultativos para centros de difícil cobertura se cerró con 20 nuevos nombramientos. Algunos de los médicos ya están en su puesto, como Sara Rodríguez Rivas (Vigo, 1975), la nueva titular de la única plaza del centro de salud de San Cibrao das Viñas. Llegó a Ourense para hacer el mir en Medicina de Familia y se quedó. Tras doce años como médica en el servicio de Urgencias del CHUO (donde tenía su plaza), tras la primera ola de la pandemia del coronavirus quiso un cambio de vida y se pasó a Atención Primaria. Tras una temporada en el centro de salud de A Ponte en la ciudad se fue al de Maside, donde estaba como única médica. Es la misma situación de su nuevo destino, ahora con plaza en propiedad. Le apetecía. «A atención no rural é máis próxima que no ámbito urbano, paréceme máis xenuíno. Foi o que vin en Maside e por iso pedín San Cibrao, porque era algo semellante», relata. También hay diferencias, porque su nuevo cupo de pacientes es mayor en número, pero la población está menos envejecida. «Ao estar soa teño moita liberdade para poñer en marcha programas ou estratexias de medicina comunitaria ou grupais», relata. Son algunas de las posibilidades que barajará y no descarta tampoco poner en marcha un plan de cirugía menor.

Sara Rodríguez es la nueva médica de San Cibrao das Viñas
Sara Rodríguez es la nueva médica de San Cibrao das Viñas Santi M. Amil

En las condiciones de la oposición sin examen se incluía que cada médico deberá hacer dos guardias al mes en un PAC. En el caso de Rodríguez será en el de la ciudad. «Non me representa ningún tipo de estrés. Entendo que se non estás acostumado igual é un problema, porque eu veño de Urxencias e alí facía moitas», remarca.

Quien todavía no se ha ido es Manuel González González (Celanova, 1988). El nuevo médico del centro de salud de O Barco de Valdeorras continuará trabajando en A Pobra de Trives unos días más. El miércoles está previsto que se incorpore el que será su sustituto, que estos días se está formando en el sistema informático del Sergas, ya que es un médico de origen salvadoreño que llega tras trabajar cuatro años en Valencia sin ninguna experiencia previa en Galicia. Manuel apura sus últimas jornadas para ver pacientes y despedirse de ellos. En su caso, reconoce irse con pena del que fue su centro de trabajo —y su lugar de residencia— durante casi tres últimos años. Pero era una oportunidad que no podía dejar pasar. «É a posibilidade de ter unha praza fixa e estou moi contento. Eu quedaría, pero a praza saíu alí. Se tiveran ofertada a praza de Trives tería quedado, pero non coller esta oportunidade sería quedar á deriva esperando ás próximas OPE», relata. Escogió O Barco por cercanía, porque ya durante su etapa anterior en O Carballiño hacía guardias en la zona y siguió haciéndolas tras llegar a Trives. «É unha zona que coñezo e sei como funciona», cuenta, por lo que cree que le ayudará en su adaptación.

Estuvo dos años en O Carballiño con un contrato de área y después le ofrecieron la interinidad en Trives. «Era un pasiño máis, así que aceptei. E agora a praza fixa», cuenta. Va con idea de instalarse. «Non sei se nun futuro pedirei o traslado, a ver como corre a lista, pero a idea é quedar no Barco», relata. Lo hará tras despedirse de Trives, una localidad en la que su marcha no pasa desapercibida. «Viñéronme despedir moitos veciños. É satisfactorio saber que me van botar de menos, pero marcho con pena. Xa tamén marchei con pena do Carballiño. Nos dous sitios estiven moi ben», remata.

Los casos de Rosa y Manuel no son rarezas. La mayoría de los médicos que se acogieron a la convocatoria sin examen ya estaban trabajando, por lo que en la práctica supone que dejarán libres los puestos que estaban ocupando.

Carlos Revuelta es médico en el centro de salud de O Barco
Carlos Revuelta es médico en el centro de salud de O Barco Lolita Vázquez

Carlos Revuelta, jefe de Atención Primaria en O Barco: «Vistes un santo desvistiendo otro. Hace falta redistribuir las cargas asistenciales»

Carlos Revuelta lleva 32 años como médico en el centro de salud de O Barco, donde también es jefe del servicio de Atención Primaria, por lo que le toca afrontar los cambios derivados de la ope y la nueva oposición. Porque llegan nuevos médicos al ambulatorio de O Barco, pero también se van. Y lo mismo pasa en Trives, pero en Manzaneda de momento no hay sustituto para María Jesús Magadán, que tiene plaza en propiedad en Viana do Bolo. «Tenemos el compromiso de que mientras no haya sustituto va a seguir cubriendo el servicio», cuenta.

—Yo defiendo desde hace mucho tiempo que hay que hacer una reestructuración de la asistencia en atención primaria y la única forma es hacerla desde el consenso político. Supone juntar a la oposición y poner las cartas sobre la mesa: «No hay suficientes profesionales y vamos a decidir dónde se pasa consulta».

—¿Habla de cerrar centros?

—No hay otra solución. Si no vamos a estar colocando médicos en pueblos con muy poca demanda y careciendo de ellos en sitios grandes donde hay mucha. Políticamente es una medida muy difícil de contar. Si fuera el conselleiro cogería a los portavoces y les diría: decidme vosotros dónde ponemos a los médicos, elegid vosotros y yo lo voy a aceptar. Porque cualquier va a ser muy fácilmente criticada. «Todos tenemos derecho a tener médico y más dinero para sanidad», dinero si no hay no hay. En todos lados estamos quitándonos médicos unos a otros.

—Es lo que pasa con este proceso de oposición sin examen...

—Sí, vistes un santo desvistiendo otro. Tiramos de la manta, pero siempre se destapa uno. No tiene solución y hace falta una redistribución de las cargas asistenciales y de dónde colocamos los recursos humanos, porque no hay. La solución a largo plazo pasaría por aumentar el número de plazas de médicos en las facultades y aumentar el número de plazas mir, pero eso supone que si se hiciera hoy, tardaríamos 10 años en tener médicos. Las soluciones provisionales son acelerar la homologación de los títulos de los profesionales extracomunitarios. No puede ser que una persona que viene de Latinoamérica tardemos dos o tres años en darle la documentación. Un plazo razonable sería un mes o mes y medio. Y hacer un estudio serio de las necesidades y ver dónde colocamos los servicios.

—Eso lo dijo la gerente del Sergas la semana pasada hablando de pediatras y no hubo consenso político.

—Ya, pero no hay otra solución. Y cuanto más tardemos en reconocerlo, más va a crecer el problema. Hay un problema para juntar médicos, que si tienes tu plaza en un sitio con muy poquitas cartillas, hasta que te jubiles nadie te puede sacar de ahí. Hay que hacer una reforma legal para que se pueda incorporar a un centro mayor, próximo, y trabaje en él. Creo que es la única solución viable. No me parece razonable que si ahora se jubila un compañero que tiene 300 cartillas, para evitar que se enfaden en el pueblo le mandemos un médico para que pase consulta una hora al día. Eso no tiene sentido cuando estamos con 1.300 de media en O Barco o en Ourense están con 1.700. Yo lo siento mucho. Igual podemos subir un día a la semana para ver los crónicos y hacer las visitas a domicilio, pero los demás días podríamos trabajar en otro centro próximo al que podían bajar pacientes si necesitan una urgencia. Es que si no esto es inviable.

—Esa propuesta ya no es tan radical. No es lo mismo que vaya el médico un día a la semana a decir que se cierra el centro de salud.

—Pero no puedes tenerlos allí cinco días a la semana y guardias por la tarde, porque es inviable.

—¿Todavía se toman muchas decisiones políticas en sanidad?

—Yo creo que sí. Evidentemente hay mucho miedo a enfadar a los alcaldes. Y mucho miedo a que la oposición y determinados grupos teóricos de defensa de la sanidad pública utilicen la sanidad pública para hacer la oposición del gobierno.