Confirman la pena de 12 años de cárcel al conductor que prefirió «sacrificar» una vida a que lo pillaran conduciendo sin carné en Ourense
OURENSE
El Tribunal Supremo inadmite el recurso del acusado, que aún tiene otras causas pendientes con la justicia
25 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La vía judicial para intentar revocar la condena de doce años de cárcel que se le impuso a un conductor por arrollar y matar a un motorista se agota. El Tribunal Supremo acaba de rechazar el recurso que había presentado su defensa, por lo que la condena de la Audiencia provincial, dictada en abril del 2021, ya es firme. A Carlos Pérez Pérez, con múltiples antecedentes y varios casos pendientes con la justicia, no le cabe ya más camino que comenzar a cumplir los doce años de prisión que se le impusieron como autor de un homicidio vial.
Un duro reproche penal para un acusado que mostró una enorme sangre fría y nulo arrepentimiento en relación al grave accidente que le costó la vida a un hombre de 37 años que el 7 de septiembre del 2019 regresaba a Portugal tras haber pasado unos días de ruta en moto con su padre. Ambos habían atravesado la ciudad y circulaban por la N-525 cuando, tras superar el túnel de Vista Hermosa en dirección a Barbadás, se toparon con el acusado. Iba al volante de un Audi A4, sin permiso de conducir y a 125 kilómetros por hora, en una zona en la que la velocidad máxima era de 60. Su coche impactó con el vehículo de la víctima, haciendo que el piloto cayera al suelo y rodara por el asfalto varios metros. Luego, el acusado pasó por encima de su cuerpo y se dio a la fuga, hecho que fue presenciado por el padre, quien durante el juicio recordó ante el tribunal haber oído gritar a su hijo por la radio emisora. Llegó a relatar incluso que cuando vio pasar al acusado, este iba sonriendo.
Y aunque Carlos Pérez nunca reconoció haber sido la persona que conducía el coche, los jueces de la Audiencia Provincial vieron pruebas suficientes para condenarlo. Calificando de «insensata» su forma de conducir aquel día, los togados dieron por hecho que el acusado puso en práctica una conducta demasiado arriesgada, sin importarle las consecuencias que podría tener para el resto de conductores. «No solo no frenó tras contactar con especial violencia con la motocicleta, sino que aceleró y con ello arrastró brutalmente al motociclista, lo que a buen seguro le causó la muerte», describía la resolución, que tampoco pasó por alto el despreciable comportamiento del acusado, que prefirió sacrificar una vida a permitir que lo multaran porque no tenía permiso de conducir. «Antepuso su propósito de no ser descubierto a aminorar el daño físico a terceros», describieron los magistrados en un fallo que condenaba al sospechoso por un homicidio doloso y dos delitos contra la seguridad vial.
La sentencia fue recurrida primero ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que la confirmó meses después. No tiró tampoco entonces la toalla el acusado e hizo un último intento con el Tribunal Supremo, que tampoco ha admitido a trámite el recurso presentado por su letrada. En un auto en el que ha sido ponente el magistrado Manuel Marchena, se considera que la valoración de las pruebas efectuada por el tribunal de la ciudad de As Burgas fue correcta, sin ver atisbo alguno de los «déficits» que aprecia la defensa. «Concurren todos los elementos de los delitos por los que ha sido condenado», aseguran desde el alto tribunal.
La decisión del Supremo, con la que se cierra el caso, llega apenas una semana antes de que Carlos Pérez tenga que volver a sentarse en un banquillo de acusados, este vez de un juzgado de lo penal, por otro incidente de tráfico. Se le acusa de haber arrollado con su turismo a un repartidor de comida en mayo del 2020. En este caso, por fortuna, el perjudicado solo sufrió lesiones leves, pero la Fiscalía sostiene que Pérez circulaba «en notorio estado de inseguridad por la anterior ingestión de bebidas alcohólicas», cuando tuvo lugar el accidente.
Más causas pendientes
Y aún le quedan otras causas pendientes a este sospechoso con antecedentes por delitos viales, pero también por lesiones. El pasado 16 de marzo fue detenido tras haberse fugado de un dispositivo de tráfico. Pérez, que no tenía el permiso vigente cuando se topó en la salida de Ourense con un control rutinario de la Policía Local, decidió darse a la fuga y en su huida casi arrolla a un agente uniformado. Acabó siendo capturado, pero para ello fue necesario movilizar a numerosas patrullas, que lo persiguieron durante varios kilómetros, hasta que se salió de la carretera. Al día siguiente el juez de guardia ordenó su ingreso en prisión.