El fuego se inició en Lobeira y ya ha calcinado 40 hectáreas, antes de que se sumara otro más en la zona de Ribadavia
02 sep 2022 . Actualizado a las 13:42 h.Ourense inicia septiembre con una imagen similar en los montes a la que se registró durante los meses de julio y agosto. Los incendios forestales continúan devorando hectáreas de monte arbolado y, en esta ocasión, regresan al parque natural del Xurés. Según informó la Consellería de Medio Rural, a primera hora de la tarde de este jueves se inició un incendio en la parroquia de Parada, en el municipio ourensano de Parada, y dentro de este espacio natural.
Las llamas avanzaron en los primeros instantes con virulencia, ya que apenas una hora después la superficie calcinada había pasado de una a veinte hectáreas. En el último balance oficial la cifra era ya de 40, aunque en Medio Rural aseguran que ya se encuentra estabilizado. Sobre la zona se desplegó un amplio dispositivo de medios aéreos y terrestres para tratar de contener el avance del fuego con ocho motobombas, cinco aviones y nueve helicópteros.
Este incendio llega en una jornada que empezaba con buenas noticias, toda vez que la Consellería de Medio Rural daba por controlados los que se habían originado en los últimos días en los municipios de Oímbra y Cenlle. Entre ambos habían calcinado más de 200 hectáreas.
En el caso de Oímbra, el incendio llegó desde Portugal. Tras atravesar la frontera calcinó 140 hectáreas. En el caso del declarado en Cenlle, la proximidad de las llamas con varios núcleos de viviendas también obligó a un amplio despliegue de efectivos. Calcinó, según las últimas estimaciones, un total de 75 hectáreas. En este foco han estado trabajando trece agentes, 21 brigadas y 15 vehículos motobomba. También han colaborado para su control cuatro aviones y trece helicópteros.
Por último, durante la tarde se declaró un incendio en Ribadavia, originado en los aledaños de su punto limpio y en la zona de Santa Marta. El fuego obligó a Medio Rural a desplazar medios por tierra a través del Servicio de prevención y defensa contra los incendios forestales (SPIF), así como agentes forestales, a los que se sumaron los medios aéreos. La situación se fue complicando con la caída de la noche y las dificultades del acceso a la zona. Las primeras estimaciones apuntan a una veintena de hectáreas quemadas.