La ayuda que Jácome rechaza rebajaría el billete del bus de 85 a 60 céntimos en Ourense

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Un bus urbano, en Ourense.
Un bus urbano, en Ourense. ALEJANDRO CAMBA

La oposición lo critica de forma unánime y el alcalde insiste en que «non merece a pena»

19 ago 2022 . Actualizado a las 08:57 h.

El Concello de Ourense no quiere las subvenciones habilitadas por el Estado para bonificar el transporte urbano que sí han solicitado 178 entidades locales de toda España, entre ellas, las ciudades gallegas de A Coruña, Vigo y Santiago. El alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, insiste en que Ourense ya cuenta con una de las tarifas más económicas del país, por lo que no es necesario rebajarla más. Sin embargo, su rechazo a las ayudas estatales ha sido criticada de forma unánime por los grupos de la oposición.

El portavoz del PSOE, Rafael Rodríguez Villarino, lamenta la «absoluta falla de empatía» y la «perpetua procrastinación» de Jácome, del que dice que «se nota que non usa o bus». El líder socialista pone en duda el argumento de la burocracia al que alude el alcalde. Este explicó que, para poder aplicar la rebaja, es necesario aprobar antes una modificación en la ordenanza municipal y aseguró que ello no sería posible hasta diciembre. De este modo, las nuevas tarifas solo estarían en funcionamiento un mes porque la ayuda estatal se termina en enero. Villarino cree que los trámites podrían agilizarse más de lo que dice Jácome, pero aún así, «aínda que só fose para un mes, ou para unha semana, sería algo ben recibido por todo o mundo», afirma.

El PP, que hasta el pasado mes de julio gobernaba en coalición con Democracia Ourensana, tampoco respalda al alcalde en su negativa a solicitar la ayuda estatal. La portavoz popular, Flora Moure, considera que la medida puesta en marcha por el Gobierno central es insuficiente, pero dice que Ourense no debía haber renunciado. «Es inexplicable que se busquen excusas para no acceder a ayudas que pueden aliviar un poco el coste del transporte, que es tan importante para muchas familias», dice Flora Moure, que también rechaza el argumento de la burocracia: «Si en otros concellos ya han adaptado la normativa, significa que se podría llegar a tiempo, o al menos aprovechar al máximo esas ayudas».

En cuanto a Luis Seara, el portavoz del BNG dice que Jácome «non amosa a máis mínima sensibilidade cara a veciñanza nun momento económico complexo no que toda axuda é pouca, ao tempo que evidencia falta de liderado, xa que volve deixar a Ourense á marxe e illado de cuestións que son beneficiosas para o conxunto da cidadanía». Según dice, «a el pode parecerlle pouco o desconto, pero para moita xente podería ser un alivio».

Finalmente, Pepe Araújo, portavoz de Ciudadanos, cree que todo se debe a la falta de «capacidade de xestión» del alcalde. «Jácome está levando ao Concello de Ourense á bancarrota por non traballar», resumió el líder del partido naranja, que insistió en reclamar un acuerdo de los dos grandes partidos para forzar el relevo en la alcaldía: «Estou alucinando de que tarden tanto o PP e o PSOE en facerlle unha moción de censura».

Los argumentos del regidor

Ajeno a estas críticas, Jácome insistió ayer en sus argumentos para rechazar la ayuda del Estado. «O prezo do servizo de autobuses de Ourense é dos máis baixos do Estado», dice el alcalde a través de un comunicado oficial. En él recuerda que el precio del billete sencillo es de 0,85 euros (una tarifa que se quedaría en 0,60 de aplicarse la rebaja subvencionada). «Case a metade dos usuarios xa teñen o servizo gratis, así que non merece a pena aplicar a subvención das axudas convocada polo Goberno central, cando xa teñen o servizo gratuíto», dice el regidor, que insiste en que la necesidad de aprobar una modificación en la ordenanza limitaría la efectividad de la rebaja a «apenas un mes» por lo que esta medida podría ser «contraproducente».

El gobierno local dice seguir trabajando en la renovación de la flota y las líneas

En su comunicado, el gobierno liderado por Jácome dice que apuesta por incentivar el transporte urbano «dun xeito permanente e con continuidade, en lugar de adoptar medidas que só teñen unha vixencia curta como as axudas do Estado». En este sentido, el ejecutivo dice seguir trabajando para una mejora «integral» tanto en la flota de autobuses, con la compra de cuarenta nuevos vehículos, como en el diseño de las líneas.