Uno de los argumentos para sostener con subvenciones públicas a los equipos deportivos profesionales o semi profesionalizados es que alientan a los jóvenes a hacer deporte y prolongar su formación en los clubes con cantera. Las figuras de cada deporte son ejemplos y, si hay la oportunidad de ver de cerca a grandes jugadores, seguramente estimulará las vocaciones deportivas. La televisión o ahora las plataformas y las redes sociales tienen mayor influencia para dar a conocer hazañas o anécdotas, pero la semilla para que crezcan esas vocaciones deportivas se debe cultivar día a día, con esfuerzo y cuidados. Estos días tenemos la posibilidad de ver en Ourense un torneo de tenis femenino con jugadoras internacionales, en un momento en el que surgen nuevas figuras, en el tenis de mujeres, como Paula Badosa, y en el masculino, como Carlos Alcaraz o Pablo Carreño. Poder ver jugando en Ourense a tenistas gallegas como Jessica Bouzas ante competidoras internacionales es un aliciente para las jóvenes que practiquen este deporte, pero también una muestra realista del difícil camino que hay que recorrer hasta llegar a los torneos más importantes. Como también fue seguro interesante para los niños corredores de la BTT de Maceda el poder preguntar y charlar con otros jóvenes como Pablo Rodríguez, Carlos Canal, Iván Feijoo o Ane Santesteban, que recorrieron antes los circuitos de base y que han conseguido hacer carrera profesional. Las influencias y los apoyos más importantes serán siempre los más cercanos —entrenadores, familias— pero estos espejos ayudan a motivar y a informar a los aprendices.