El actor Iván Dávila tuvo muy claro desde niño que quería ser intérprete en Ourense, donde ahora tiene su propia compañía
17 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Iván Dávila tenía claro desde pequeño que su pasión era contar historias. «Primero quería ser dibujante de cómics porque me encantaban, pero me di cuenta que quería ser actor», explica el ourensano. Por eso, durante su etapa en el instituto participaba voluntariamente en obras de teatro. Más tarde, comenzó a cursar el bachillerato de artes en el instituto Portovello y, paralelamente, acudía a las Aulas de Teatro Universitario de Ourense. Al terminar ambas titulaciones, decidió formarse en la Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia, situada en Vigo.
Su amor por el teatro fue creciendo cada vez más. «Es más cercano porque estás con el público en frente», comenta Dávila. Entonces, se animó a abrir su propia compañía teatral. NegroLópez es el nombre. «Es una combinación de la palabra negro, que representa el color al que se le atribuyen significados como el misterio, el poder, la elegancia... Y López era el nombre de un burrito que tenía mi familia en la aldea, que casualmente también era negro», relata el actor. La compañía, en un primer momento, hacía espectáculos muy económicos en plazas y bares. Sin embargo, la llegada del covid-19 fue un punto de inflexión para Iván, que decidió invertir en la compañía y apostar por una obra mucho más grande. A finales de este año comenzará su gira por Galicia con Backstage, que pone en valor el esfuerzo para conseguir los objetivos y la importancia de la amistad desde un punto de vista más humorístico. Lo acompaña el músico Brais Iriarte, que también forma parte de la compañía.
«Me parece fundamental hacer reír a la gente porque se convierte en un salvavidas», destaca Dávila. Por eso, trabaja como Dr. Sonrisas con la Fundación Theodora en los hospitales de Vigo, A Coruña y Santiago para hacer pasar un buen rato a los niños que están ingresados.