Apremian a la magistrada de Ourense que exoneró al futbolista Álvaro Ratón para que dicte nuevo fallo

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Álvaro Ratón y su abogado en octubre del 2020, cuando se celebró el juicio en Ourense
Álvaro Ratón y su abogado en octubre del 2020, cuando se celebró el juicio en Ourense MIGUEL VILLAR

La mujer que lo acusó de agresión sexual advierte que han pasado ocho meses desde que la Audiencia ordenó repetir la sentencia

29 jul 2022 . Actualizado a las 15:20 h.

La mujer que denunció al futbolista Álvaro López Ratón por agresión sexual cree que la jueza que lo exoneró se está retrasando demasiado en dictar la nueva sentencia. En los últimos meses la denunciante ha enviado en dos ocasiones escritos al juzgado reclamando «impulso procesal» al asunto, al considerar que a estas alturas la magistrada del caso ya debería haber resuelto, dado que han pasado ocho meses desde que así se lo ordenara la Audiencia Provincial de Ourense. Además, acaba de hacer extensible esa misma petición, con fecha de 27 de julio, al alto tribunal ourensano.

El primer escrito se envió el pasado mes de mayo y fue contestado enseguida por la magistrada, que aseguraba que se dictaría nueva sentencia «en el plazo más breve posible». En la última petición, fechada el pasado 11 de julio, la denunciante da cuenta de que sigue sin haber novedades y advierte ya de posibles «dilaciones indebidas» en la causa, que podrían causarle «indefensión y vulneración de derechos fundamentales». Por tanto, apremia a la togada para que «de cumplimiento a la sentencia de apelación dictada en la presente causa».

Se refiere a la resolución que dictó en noviembre del año 2021 el alto tribunal ourensano. Meses antes había llegado a esta sede el recurso presentado por la mujer que acusó al deportista, natural de O Carballiño, de haberla atacado en la noche de San Juan del 2018. La denunciante consideraba que la absolución del acusado —para el que inicialmente se habían reclamado penas de hasta cuatro años de prisión—, no había sido justa y pidió a la Audiencia que reestudiara el caso. Los jueces acordaron una medida poco habitual: anularon la resolución del Juzgado de lo Penal 1, obligando a la magistrada a redactarla de nuevo.

Omisión de pruebas

«Se considera la concurrencia de los requisitos establecidos para proceder a anular la sentencia de instancia, al omitirse la valoración de pruebas sustanciales que podrían alterar el contenido del fallo». Esto es lo que aseguraron entonces los togados que se encargaron de analizar el recurso contra la sentencia que exoneraba al portero del Zaragoza. La decisión no implicaba que hubiera que repetir el juicio, sino que la magistrada tendría que volver a reescribir la resolución, teniendo en cuenta para sus conclusiones pruebas con las que no había contado la primera vez.

Entre esos detalles se señalaban las declaraciones de testigos que comparecieron a instancias de la denunciante. Según los jueces de la Audiencia, la magistrada Blanca Díez no los había valorado de forma correcta, como tampoco el contenido de unas fotografías que fueron aportadas en la vista, y que «constituyen uno de los principales elementos para privar de veracidad a la declaración de la denunciante». Echaban también en falta los jueces la valoración de una pericial que se práctico durante el procedimiento.

Un juicio sin periodistas

El juicio contra Álvaro López Ratón, de 28 años, se celebró en la ciudad de As Burgas en el mes de octubre del 2020. La vista tuvo lugar a puerta cerrada por lo que poco trascendió de lo que ocurrió allí. Sí se supo que el acusado había negado los hechos y que la mujer se había ratificado en su denuncia, insistiendo en que la noche de autos se encontró con el futbolista en el barrio de Flores de O Carballiño. Tras una breve conversación el acusado la habría llevado hasta un callejón sin salida, donde «le insistió en mantener relaciones». Ella se negó, según su versión, lo que provocó que el acusado la zarandease, golpeándose ella contra un banco de piedra. Luego «la besó en contra de su voluntad, le metió la mano por dentro de su ropa interior y él se bajó los pantalones», si bien ante la insistente negativa de ella desistió y se fue, no sin antes llamarla «zorra». La magistrada no dio a este testimonio credibilidad suficiente como para condenar, apreciando contradicciones y exonerando al investigado. Habrá que ver qué ocurre ahora.