En Ourense cuatro de cada cien positivos en covid ya se habían infectado antes
OURENSE
Hasta la irrupción de ómicron suponían el 0,5 % de los casos
16 jul 2022 . Actualizado a las 21:52 h.La irrupción de ómicron a finales del año pasado supuso una explosión de nuevos contagios de coronavirus. La conocida inicialmente como cepa sudafricana se evidenció como altamente contagiosa y con el paso del tiempo fue mutando en diferentes linajes, hasta contabilizarse cinco diferentes. Las dos últimos [denominados BA.4 y BA.5] están provocando de nuevo altas cifras de infección, demostrando en pleno mes de julio que al contrario de la gripe, el covid no es un virus estacional. Las mutaciones que presentan estos linajes se escapan a la protección vacunal, por lo que hay gente inmunizada que se está reinfectando. Ya no son casos aislados, sino que cada vez son más, según aseguró el gerente del área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras, Félix Rubial, hace un par de semanas.
¿Pero cuánto más? La respuesta la da María Sande, médica especialista en medicina preventiva del CHUO. «Antes de ómicron, sobre todo con delta como variante predominante [tras haber desplazado a alfa] las reinfecciones eran el 0,5 % del total de los casos. Ahora mismo estamos en el 4,6 %», cuenta, después de analizar todos los casos detectados en la provincia desde el inicio de la pandemia. Es una cifra bastante coincidente, señala, con el 4,3 % de reinfecciones declaradas a nivel Galicia, aunque en este porcentaje solo se incluye a los mayores de 60 años que han tenido covid más de una vez, siguiendo el cambio establecido en marzo sobre el sistema de vigilancia, que se centra en los que superan esa edad. En Ourense hasta el martes se registraron 81.024 casos. 3.760 se corresponden con personas que se reinfectaron y un total de 184 pasaron el covid más de dos veces.
Aunque los nuevos linajes muestren un escape vacunal, «lo que sí tenemos clarísimo es que las personas vacunadas están más protegidas frente a la enfermedad y se observa menos gravedad», destaca Sande. Y añade: «Sigue siendo efectiva para evitar infección severa y muerte». Explica que la elevada cifra de hospitalizados hay que entenderla en el contexto de una subida importante en el número de contagios. Porque entre los infectados hay personas vulnerables, que son más susceptibles de acabar necesitando atención hospitalaria. Y señala también que se está trabajando en nuevas vacunas para las variantes de ómicron, con la perspectiva de que puedan aprobarse en septiembre.
Con los nuevos linajes, los sanitarios han detectado que el ritmo de contagiosidad mayor se concentra en los dos días antes de mostrar síntomas y también al principio de que estos aparezcan. De hecho, hay personas contagiadas que incluso ya con síntomas dan negativo porque su carga viral es muy baja, pero en cambio son muy contagiosas.
Los sanitarios también constatan que ómicron tiene menos facilidad para infectar el pulmón, suele quedarse en las vías respiratorias altas. «No se sabe hasta qué punto pesa más la inmunidad o la menor capacidad de invadir las células pulmonares», reconoce Sande, pero en todo caso, los pacientes no sufren aquellas neumonías bilaterales que protagonizaban los diagnósticos en la primera ola. En todo caso el virus sigue ahí, sigue contagiando y sigue mutando. Muta «para conseguir una ventaja evolutiva y permanecer», explica Sande.
«Por eso son importantes las medidas de protección, que además sirven para todas las variantes», recalca.
La médica recomienda el uso del cubrebocas de manera especial por la población vulnerable, aunque defiende su uso general en interiores o cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
Suso Vilasánchez: «Pecheime para tratar de romper a cadea, que ninguén se contaxiara por min»
En esa nueva realidad de explosión de reinfecciones, hay muchos sanitarios afectados. Uno de la lista es Suso Vilasánchez, enfermero en el PAC de Viana do Bolo. Pasó el covid por primera vez «seis ou sete meses atrás» y estos días disfruta de sus primeras salidas tras reinfectarse. «Aínda que non tiven síntomas, decidín illarme; non me parecía responsable ir a lugares públicos», señala el sanitario, que precisamente por ese motivo se perdió el pleno de la semana pasada en O Barco de Valdeorras, donde es el único concejal del BNG.
Vilasánchez se aisló por voluntad propia aprovechando que estaba de vacaciones. El protocolo solo indica el uso de mascarilla durante diez días, y que se eviten los sitios cerrados. «Pecheime para tratar de romper a cadea, que ninguén se contaxiara por min», señala. Porque no tuvo ningún síntoma. «Da primeira vez si que tiven tose e conxestión nasal, pero todo síntomas pequenos. E un frío tremendo nos pés», cuenta. Se contagió, dice, tratando a un paciente. «Era positivo en covid e tusiume na cara. Eu levaba dobre máscara, pero non pantalla; e aos poucos días era positivísimo», recuerda. Esta vez no sabe dónde pudo contagiarse. «Eu estaba vacinado contra alfa e delta, pero o organismo non recoñeceu ómicron e infecteime. E agora foi cunha BA.5, unha das novas liñaxes», explica. Son cepas más infectivas pero menos lesivas.
Preguntado sobre la vuelta de las mascarillas, Vilasánchez es claro: «Eu creo que debe volver nas aglomeracións porque se non isto vai ser moito. Son malas épocas, porque hai moitísima mobilidade e grandes aglomeracións de xente, e así o virus espállase».