El 20 % de los trabajadores ourensanos no llega a cobrar la mitad del salario mínimo

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Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

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El informe alerta del aumento de trabajadores pobres que necesitan ayuda para subsistir
El informe alerta del aumento de trabajadores pobres que necesitan ayuda para subsistir Santi M. Amil

La tasa de temporalidad de la provincia es la más alta de Galicia

08 ago 2022 . Actualizado a las 10:30 h.

Según los datos de la Agencia Tributaria, los únicos tramos en los que creció el número de trabajadores en la provincia de Ourense en los últimos años son los que están por debajo del 1,5 del salario mínimo interprofesional. De hecho, en el 2020 el 65 % ingresó menos de 19.000 euros durante todo el año. En el 2009 los que estaban en esos niveles más bajos de la escala representaban el 45,6% del total de los que tuvieron alguna renta laboral.

Por el contrario, mientras que hace doce años había 391 trabajadores en la escala máxima (aquellos que cobran diez veces el salario mínimo) en el 2020 solo quedaban 60. Pero además, el 20 % de los ourensanos no llega a percibir la mitad de ese salario mínimo y se quedan por debajo de los tres mil euros anuales.

Estos son solo algunos de los datos sobre la provincia ourensana que refleja el informe elaborado por el gabinete técnico confederal de la CIG y que ayer presentó en Ourense la economista Natividade López. Un estudio que utiliza datos oficiales tanto de la Agencia Tributaria como del INE y que el máximo responsable en Ourense del sindicato, Anxo Pérez Carballo, calificaba de «absolutamente demoledor». El documento analiza la evolución de la provincia entre las dos grandes crisis de este siglo: la financiera y la económica derivada de la pandemia de covid. Además de la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, en ese mismo período Ourense redujo también el 10 % de su población activa. Hay conclusiones curiosas, como que en los últimos años el paro se redujo un 4,5 %, pero no porque haya más gente con empleo, ya que todavía es mayor la merma entre los ocupados (-10,8 %). La diferencia no se explica solo con la cifra de quienes se jubilaron, así que desde la CIG apuntan a otra razón: «Hai, como mínimo, unha xeración perdida de xente que, por riba é a mellor preparada e que marchou a buscar o garbanzo a outros sitios», señaló el responsable sindical. Otros datos preocupantes están en la temporalidad de los contratos; la tasa ourensana supera en cuatro puntos a la media gallega.

El informe también refleja que el comportamiento de Ourense en las fases de caída y de recuperación de esas dos crisis no coincide con el del resto de Galicia. Un ejemplo es la evolución del empleo en algunos sectores. Durante la pandemia la provincia sumó trabajadores al campo, e incluso al comercio; pero los perdió en transporte (que ha crecido exponencialmente sin embargo por las compras online y los encargos a domicilio en el resto de Galicia y en España) y tampoco ha recuperado las cifras en hostelería. En conjunto, el sector servicios tiene en Ourense menos trabajadores, mientas que en Galicia es el único que incrementó la ocupación.

«Chegamos a un punto que a provincia está tan paralizada que xa nin nos afectan as crises. Vamos por libre», lamentaba Pérez Carballo que anunciaba que su formación asume el informe como eje central de su trabajo e intentará impulsar un gran pacto social en el que se impliquen todo tipo de colectivos, desde los políticos a los económicos y sin ningún tipo de cortapisas ideológicas. «Non imos deixar que a provincia morra sen loitar. E está claro que morre», aseveró. Y es que los datos demográficos reflejan que, aunque Ourense es la única provincia gallega con saldo migratorio positivo en la última década —la que tiene mayor porcentaje de nacidos en el extranjero— la pérdida de población triplica la media gallega. Algo que se suma al envejecimiento galopante. El 31,5 % de la población supera los 65 años.