El CHUO evita la cirugía para eliminar tumores en la tiroides usando radiofrecuencia

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

La primera intervención de nódulos tiroideos por radiofrecuencia se hizo en el CHUO la semana pasada
La primera intervención de nódulos tiroideos por radiofrecuencia se hizo en el CHUO la semana pasada SERGAS

«Hay que tener muy claro que no se trata de un cáncer y dejamos un tumor dentro», explica el radiólogo Pablo Gómez

21 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos mujeres ourensanas con nódulos benignos en la tiroides que les estaban dando problemas por su tamaño han evitado pasar por el quirófano al someterse a una ablación por radiofrecuencia. Es un procedimiento novedoso que la semana pasada comenzó a aplicarse en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense y que tiene vocación de continuidad. De hecho, en los próximos días pasará por la sala de radiología intervencionista otra paciente. Y desde el servicio se ha creado un protocolo en coordinación con Endocrinoloxía, Cirugía y Anestesia para hacer una buena selección de los pacientes candidatos, explica el radiólogo Pablo Gómez, promotor de que en el CHUO se use una técnica que también ofrece el Hospital de Santiago.

«Tradicionalmente la alternativa era quitar el nódulo o parte de la tiroides», explica Gómez. Ahora se da opción a aquellos pacientes que no pueden operarse o no quieren hacerlo. Por una pequeña incisión en el cuello se introduce una sonda que dirige ondas de radiofrecuencia al punto exacto de la glándula, aumentando la temperatura a 100 grados. Se quema el nódulo, que ve reducido su tamaño, aunque ese resultado no es inmediato. «En uno o dos meses empieza la reducción, pero puede haber hasta un año después», señala el médico. Pasado ese tiempo, si no se reduce lo suficiente, se podría repetir el tratamiento, aunque no es lo habitual.

De izquierda a derecha: Amad Abu-Suboh, Manuel Fernández-Carrera, Pablo Gómez y Manuel Ángel Trillo, de la unidad de Radiología Intervencionista del CHUO
De izquierda a derecha: Amad Abu-Suboh, Manuel Fernández-Carrera, Pablo Gómez y Manuel Ángel Trillo, de la unidad de Radiología Intervencionista del CHUO Sergas

Las ventajas de la radiofrecuencia vienen derivadas del hecho de que se usan procedimientos muy poco invasivos. «Son instrumentos de muy pequeño calibre. Eso hace que las complicaciones sean menores, que el tiempo de recuperación se reduzca y que la cicatriz sea mucho más pequeña», resume Gómez, que avanza que la tendencia es que cada vez se hagan más intervenciones de este tipo en detrimento de la cirugía tradicional. Eso sí, resalta que no sirve para todos los casos. «Está dirigido únicamente para tumores benignos. Hacemos dos biopsias previas para asegurarnos de que no se trata de un cáncer y dejamos un tumor dentro, porque el nódulo no se destruye del todo, sino que solo se quema», destaca el especialista.