¿Trabajadoras sexuales?

Luis Gulín EL DESCORCHADOR

OURENSE

20 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las prostitutas de Alemania exigen el reconocimiento de su trabajo como parte de la vida económica del país y su contribución al PIB. La Asociación Federal de Servicios Sexuales (BSD, Bundesverband Sexuelle Dienstleistungen) convocó días atrás protestas en todo el territorio germano por criminalizar lo que ellas denominan el comercio más antiguo del mundo. A mayores critican las obligaciones de asesoramiento y registro para las denominadas trabajadoras sexuales en la Ley de Protección de la Prostitución existente (ProstSchG, Prostituiertenschutzgesetz). Esta ley entró en vigor en el año 2017 y desde entonces han tenido que registrar su actividad en el ayuntamiento correspondiente, asistir a un asesoramiento sanitario cada dos años y solicitar un «carné de prostituta» con foto, que tienen que llevar consigo en todo momento. Según la Oficina de Estadística de Berlín a finales del año 2020 se registraron 43 negocios de prostitución en la capital de Alemania. De estos, 35 eran establecimientos y ocho eran agencias de prostitución, contabilizándose 1689 prostitutas con un certificado de registro válido. Para reforzar la protección de las prostitutas ha entrado en vigor desde el año pasado una ley de castigo al cliente (Freierbestrafungsgesetz). Esta establece que un cliente es castigado con hasta tres años de prisión si tiene servicios sexuales con una prostituta forzada.

Pero como estamos en el país de las cabezas cuadradas, dos clientes de un burdel berlinés ya han presentado un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional Federal.