La Panorama repite en Ourense sin aglomeración: «O sitio máis grande non poder ser»

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Diez mil personas acudieron a ver a la orquesta a Novo Barrocás, con todas las medidas de seguridad para evitar un susto como el de las fiestas de O Couto

05 jun 2022 . Actualizado a las 20:18 h.

Había mucha expectación en Ourense ante las fiestas de Novo Barrocás y ante el plato fuerte: la actuación de la Panorama. Pendientes de la cita estaban los seguidores de la orquesta, pero también los organizadores y las fuerzas de seguridad. Y es que después del susto en las fiestas de O Couto, cuando fue necesario detener durante más de una hora la actuación para intentar desalojar a parte del público, todos los ojos se pusieron en la actuación de este sábado. «Estabamos no punto de mira. O que pasou no Couto pagámolo nós», aseguraba Juan Carlos Ferreiro, de la comisión, que detallaba que las medidas requeridas dispararon los gastos de las fiestas en un 50 %. «Parecía que todo o mundo quería dar órdenes, a ver quen daba máis», insistía.

La calle Chano Piñeiro, una vía con amplias aceras, ya suponía un respiro respecto a la ratonera en la que se convirtió la calle Dalí. El despliegue de la Policía Local y la Nacional, con todo el barrio acotado y controlado, era patente ya horas antes del inicio del espectáculo, que arrancó pasadas las doce y cuarto. El espacio para el concierto se acotó con vallas, las aceras quedaron despejadas y solo podían circular por ellas los residentes y en el acceso se controlaba no solo el número de personas, también que no entrasen con alcohol para evitar botellones.

Control de acceso a la actuación de la orquesta Panorama
Control de acceso a la actuación de la orquesta Panorama MIGUEL VILLAR

Durante toda la verbena fueron diez mil las personas que accedieron a la zona reservada para la actuación, aunque había movimiento en los locales de hostelería de las calles adyacentes.

No se le escapaba a la orquesta la expectación generada. «¿Hai sitio ou non hai sitio?», preguntó al público uno de los cantantes, Lito Garrido, para después añadir tranquilo: «Máis grande non poder ser». Y efectivamente, había espacio suficiente y salidas preparadas para un posible desalojo. La presencia de los agentes de los dos cuerpos de policía así como de los trabajadores de una empresa de seguridad contribuyeron a esa sensación de tranquilidad.

MIGUEL VILLAR

La orquesta arrancó con un agradecimiento a la comisión de fiestas, personalizado en Juan Carlos Ferreiro. No hubo pregón. Estaba previsto que lo diera el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, pero los organizadores se quedaron sin tiempo porque, según aseguran, hasta el último momento tuvieron que afanarse para cumplir con los requisitos que marcaban los responsables de los cuerpos de policía.

A partir de ahí, música, baile y despliegue audiovisual para alegría de los seguidores. Y para sorpresa de los que, algo reacios, acudían por primera vez. Y es que, salvando las distancias, la Panorama es como Chanel en Eurovisión: te puede gustar más o te puede gustar menos pero el espectáculo está asegurado. 

Aunque hará una valoración más pausada, el responsable de la comisión de fiestas aseguraba ayer que se planteará si seguir adelante o no con la organización. «Así é inviable. Se queren que se fagan festas hai que sentarse a faltar entre todos e que den máis facilidades, que sexa máis áxil, sen tanta burocracia. A ver que pasa agora nas próximas festas que vai haber», explicaba.