Hoy por hoy Ourense es como aquella primera edición de Gran Hermano de hace más de veinte años: todo se magnifica. A veces de manera literal, como la noche de la Panorama. El cantante de la orquesta no sabe hasta qué punto fue reveladora la frase que pronunció el día después del abarrote: «Nunca me pasara». Vale que él se refería a tener que pedirle al público que se fuera —una versión del «Si me queréis, irse» de Lola Flores—. Porque hablando de espectáculos, la política nos regaló un nuevo show esta semana. El PSOE citó por carta al PP para sentarse a hablar en un hotel de Santiago y los socialistas se sentaron, pero solos, porque los populares les dieron plantón. Me pregunto si los políticos no tienen teléfono (ironía modo on). ¿No pueden llamarse, hablar, quedar, discutir si me apuran? Pero claro, hablando directamente, no hay espectáculo, que es en lo que se ha convertido la política ourensana. ¿El PSOE tenía intención real de buscar alternativas para la ciudad o solo perseguía dejar en evidencia al PP y hacer un poquito de ruido? Y, una vez invitado, ¿el PP en qué, o en quién, pensó cuando dijo que no? No se dan cuenta los que mandan en Santiago de la soberbia que destilan por negarse a hablar de la situación de una ciudad que se merece tanto respeto como cualquier otro concello gallego. Y más cuando fueron los populares quienes sentaron en el sillón de la Alcaldía a Jácome, donde lo siguen acunando a pesar de estar constantemente enfrentados.
Con estas maniobras unos y otros demuestran (y lo que se más triste, sin darse cuenta probablemente) poco respeto a los ourensanos. Si a esto le sumamos al alcalde, que falta directamente al respeto a todo el que no piense como él... Menudo panorama. A lo mejor tenemos que hacer como la orquesta. A lo Lola Flores: «Si me queréis, irse».