Los ourensanos defendieron su renta de ocho puntos de la ida, al caer 81-84 y cuadrar los números para regresar a la LEB Oro
22 may 2022 . Actualizado a las 13:15 h.Misión cumplida. A través de un camino lleno de piedras, que quizás no entraba en el ideario del Club Ourense Baloncesto, pero a la postre, con el traje de faena y con una buena lección de carácter, tocó saborear las mieles de una derrota 81-84, vestida de triunfo para hacer buenos los ocho puntos de ventaja de la ida.
Los discípulos de Guillermo Arenas salieron con una buena disposición a la pista. Su mejor selección de tiro y un buen trabajo en defensa abrían las primeras ventajas significativas del choque, hasta que José Nogués la hundía el balón en la canasta para un tranquilizador 12-4 en el electrónico. Era solo el inicio y un espejismo que ocultaba la alta tensión del primer acto, jugado a intercambio de canastas y con los navarros anotando de tres con Treviño y De la Hera, pero también con los espigados Rogers y Hoffman para un total de 5 de 8 en ese cuarto. Y menos mal que Darius Carter se sacó de la manga 11 puntos en menos de 8 minutos, para cerrar con 29-29.
Y la dinámica fue a peor para los ourensanos en el segundo episodio, por mucho que volvieron a salir entonados los de casa, con Carter y Djukanovic tirando del carro (35-31). Pero los necesarios minutos de descanso del pívot (con Aboubacar lastrado por dos faltas), coincidieron con el peor momento del ataque cobista y también con los fusileros visitantes castigando el aro una y otra vez. Ese colapso de los locales fraguó un parcial de 0-19, con lo que el equipo de Jordi Juste no solo le dio la vuelta al partido, sino también a la eliminatoria (que venía con ocho puntos de renta de los ourensanos en la ida). El 37-50 encendió todas las alarmas en el Pazo y, en el bando anfitrión solo respondía un excelso Carter, que mejoró sus números del cuarto anterior y se fue al descanso con 23 puntos (11 de 12 en el tiro a canasta). 43-54 y el COB al rincón de pensar.
Tras el paso por los vestuarios, el conjunto ourensano regresó con el pico y la pala en sus manos. Navarra no era fácil de frenar, pero el trabajo oscuro en defensa evitó que siguieran abriendo brecha, mientras los de casa limaban esa desventaja poco a poco. Aboubacar cerró un 5-0 para rebajar la brecha al 55-65 y al final de esa tercera entrega era Brano Djukanovic el que empataba la eliminatoria: 63-71.
También había que jugar con el cansancio de un enemigo mermado por las bajas y lo cierto es que los hombres de Arenas tuvieron la paciencia necesaria para mantener la concentración en todo momento y no desesperarse cuando llegaron las imprecisiones en uno y otro bando. Un triple de Van Wijk volvió a igualar la serie (72-80) y Brano asumió esa responsabilidad que parece firmada en su contrato. En los tiros libres se materializó un pasaporte a la LEB Oro que celebraba el Pazo en cada interrupción del cronómetro.
COB (81): Marín (9), Lasenbergs (0), Nogués (7), Van Wijk (6), Carter (28) —quinteto inicial—, Martín (3), Djukanovic (13), Del Águila (2), Ventura (0), Aboubacar (10), Gantt (3) y De Assis.
NAVARRA (84): Balastegui (9), Treviño (9), Fercho (3), Rogers (14), Hoffman (16), —quinteto inicial—, Font (9), De la Hera (9) y Ugochukwu (15).
PARCIALES POR CUARTOS: 29-29, 14-25, 20-17 y 18-13.
ÁRBITROS: Pinela García y Pellitero González.
INCIDENCIAS: Ambiente de gala en el Pazo, con unos 4.000 espectadores en las gradas del polideportivo ourensano, en el choque decisivo de la eliminatoria de ascenso a LEB Oro.