«El covid cambió la forma de aprender de los médicos»

Fina Ulloa
fina ulloa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Santi M. Amil

El área sanitaria pone a una treintena de nuevos especialistas en el mercado

19 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Mónica Bermúdez es natural de Boiro pero hace unos años que se vino a la ciudad de As Burgas para terminar su formación como médico especializándose en ginecología. Este miércoles recibía el título y lo tiene muy claro: no quiere ejercer en otro lugar. «Mi ilusión sería poder quedarme aquí, no tener que irme y poder trabajar en Ourense», dice esa joven, que explica que las expectativas que tenía cuando eligió el Complexo Hospitalario de Ourense para realizar su fase de aprendizaje como MIR (médico interno residente) se han cumplido. «Vine porque me habían hablado muy bien del servicio y la verdad es que hay un excelente ambiente laboral y la docencia es muy buena», resume. El hecho de que la ciudad sea «cómoda, además de bonita» es, dice, otro punto a favor para iniciar aquí su trayectoria laboral. Su aspiración de seguir en el área sanitaria ourensana era compartida por muchos de sus colegas de una promoción que ha estado marcada por la pandemia de covid. «Yo creo que nos ha perjudicado a todos un poco, porque al final se cerraron quirófanos y lógicamente la docencia se vio resentida; pero es normal porque había otras prioridades», opina Mónica.

«Creo que el covid influyó y cambió la forma de aprender. Los meses de menos actividad asistencial los compensamos participando en más cursos telemáticamente y con más formación teórica. Intentamos adaptarnos para salir igual de preparados que otras generaciones», apunta la ferrolana Marta Prada Tellado. Ella, que concluyó su MIR en pediatría, opina que la pandemia también les dio opción a ver «de formas diferentes al paciente» y de testar sobre el terreno los distintos escenarios que se plantearon en estos dos últimos años. «Es cierto que la patología pediátrica es fundamentalmente infecciosa, especialmente en las urgencias. Durante la etapa más dura de la pandemia los números en este servicio bajaron, pero últimamente, sobre todo desde la retirada las mascarillas han vuelto a subir», relata una de las dos nuevas pediatras que salen de esta promoción listas para comenzar a ejercer. Suponen verdaderas joyas para una especialidad que desde hace años está aquejada de falta de profesionales. «Desde el año 2001 al 2020 solo hemos podido sacar a dos por año; ahora afortunadamente ya entran tres, lo que nos viene muy bien porque había mucha necesidad de pediatras. Los mayores se iban jubilando y había tal salto generacional importante porque hubo años que prácticamente no salieron apenas residentes», apunta su tutora Gemma Nóvoa Gómez. Por cierto que esta pediatra del CHUO asegura que, al contrario de cuando ella comenzó «y todos eran varones», ahora llevan años sin chicos formándose en esta especialidad. Una feminización que se está generalizando en la sanidad y que quedaba más que patente en la despedida a la última remesa MIR con mayoría aplastante de mujeres.

En la cita, que se celebró en el centro cultural Marcos Valcárcel, de nuevo la medicina de familia fue la especialidad mejor representada: once de los 33 nuevos profesionales. Una cifra que tampoco viene mal dado el déficit que arrastra la Atención Primaria, que se verá agravado con las jubilaciones de los próximos años. En psiquiatría se graduaron dos, misma cifra que de anestesistas y especialistas en reanimación, internistas y pediatras. Obstetricia y ginecología, traumatología, cirugía ortopédica, medicina intensiva, neumología, hematología, oncología médica, cirugía general y de aparato digestivo, medicina preventiva, radiología, nefrología, la especialidad de aparato digestivo, farmacia, análisis clínicos y psicología.

Agradecimiento al compromiso y llamamiento para alejarse de los individualismos

No todas las especialidades requieren del mismo tiempo en el programa MIR. En enfermería oscila entre dos y tres años pero las especialidades quirúrgicas, los internistas, intensivistas y los oncólogos tienen que cumplir un programa de cinco, por ejemplo. Pero fuera cual fuese la especialidad, los que ayer se despedían comparten haber vivido esa fase formativa durante un acontecimiento sanitario singular: una pandemia mundial. Y eso, quiérase o no, marca carácter. Así lo señalaba el gerente del área sanitaria Félix Rubial, que aprovechó el acto de despedida para agradecer públicamente la respuesta dada por estos nuevos médicos. Rubial destacó el «compromiso masivo» y la disponibilidad de todos los residentes en formación «que continúan a prestar un servizo imprescindible nestes días, con dedicación e espírito solidario».

De la importancia de esa solidaridad y del trabajo en equipo les habló también Alfonso Otero. El nefrólogo recién jubilado, que tuvo que participar a través de videoconferencia debido a una lesión, aprovechó la oportunidad para recomendar a los nuevos especialistas que no se dejen llevar por una sociedad en la que «se han debilitado los vínculos humanos» y en la que priman los impulsos individuales sobre la unión despreciando la capacidad de sacrificio para buscar el bien común. En el acto participaron también Mar Vázquez Salvado, directora de procesos asistenciales; Sandra Pardo, jefa de estudios de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar; y Pedro Trillo que sustituyó a Jesús García Mata como representante de la Comisión de Docencia Hospitalaria.