Así, explicaron a las partes que aquel día estaban de pesca por la zona. De repente, les vino un fuerte olor a marihuana que fueron siguiendo, hasta que llegaron a la finca. Decidieron cortar «algún cogollo» dado que ambos son consumidores, y en ese momento fueron arrestados por la Guardia Civil. Estos argumentos no convencen a la magistrada, que no solo tilda de «extravagante» la versión exculpatoria, sino que además considera que es «totalmente incompatible con los datos objetivos con los que contamos en la causa».
Unas tijeras y un cubo
Así, tiene en cuenta que todos los agentes del instituto armado que declararon en el juicio aseguraron que los acusados, Matías J. J. y Antonio J. B., no llevaban útiles de pesca cuando fueron arrestados. Lo único que les ocuparon fueron unas tijeras y un cubo en el que habían guardado los cogollos. «Llevaban un instrumento específico para cortar, lo que evidencia que tenían claro que iban a necesitarlo», advierte la magistrada que además tiene en cuenta que los agentes contaron que los vieron salir del coche, cruzar el río. Esto fue lo que contaron desde el primer momento, mientras que la disculpa de los acusados se escuchó por primera vez en el juicio.