El Arenteiro cuadró los número para su permanencia

luis m. rodríguez OURENSE

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Eimil fue frenado con todos los métodos posibles de los zagueros madrileños Miguel Villar

Un empate sin goles frente al Navalcarnero le puso la guinda a la gran campaña de los carballiñeses: 0-0

08 may 2022 . Actualizado a las 18:43 h.

Fue una mañana de transistores en Espiñedo, si bien la tensión fue mínima y el coliseo carballiñés fue una fiesta desde el inicio del partido, con los socios disponiendo de dos entradas para invitar a acompañantes. Con todo, el Arenteiro no se relajó, hasta que cerró un 0-0 contra el Navalcarnero, que le ofreció la plaza para repetir en la Segunda RFEF en la próxima temporada.

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El enfrentamiento fue otro calco de los habituales de una liga en la cual varios equipos miraban a los puestos de promoción, a la vez que vigilaban lo que hacían los conjuntos de la zona de permanencia. El tanteo de unos y otros se prolongó durante toda la primera mitad. El local Renan Zanelli volvió a ser el más raudo para ensayar el disparo a portería, pero el choque se disputaba con muros en el frontal de ambas áreas, así que las oportunidades de anotar fueron contadas y los visitantes tardaron en replicar hasta completar el primer cuarto de hora con un cabezazo de Raúl Beneit.

Álex Fernández también lo probó de lejos, pero los anfitriones veían como su rival madrileño, ya con un puesto confirmado en las eliminatorias de ascenso, no venía de paseo y comenzaba a estirarse, sobre todo cuando el balón se abría a los dominios de Álex Gil.

Con el paso por los vestuarios, el decorado de la matinal se iba clarificando y en el banquillo del Arenteiro era evidente que el empate era un gran botín, asegurando la permanencia. Tras los primeros compases de la reanudación, se consolidaba la ventaja del Coruxo en su visita al Llanera e incluso el Palencia anotó en Segovia. Dos puntos más no modificaban mucho la clasificación carballiñesa, así que la prudencia era un denominador común en el bando local, mientras su afición ya estaba disfrutando del objetivo cumplido.

Las áreas parecían más lejanas para ambos conjuntos y los dos contendientes no terminaban de encontrar espacios a las espaldas de sus marcadores, por mucho que el calor hacía mella en los futbolistas y sus técnicos se veían obligados a buscar nuevas soluciones con los refrescos desde el banquillo.

El ligero Raúl Blanco era el hombre con mayor chispa en la vanguardia local, pero Pablo Álvarez ajustaba su zaga para que no le dejaran aire al de Moaña. Los seguidores locales se alteraron un poco más en el tramo final con una mano dentro del área forastera, que el colegiado no interpretó como penalti.

El carrusel de cambios terminó de cortar el ritmo de un choque en el cual volaba el cronómetro con un marcador que le venía bien, a todas luces, a ambos equipos. En el caso del Arenteiro, el pitido final fue la constatación de una excelente campaña de estreno en la categoría, en la que incluso tuvo opciones de mirar hacia más arriba. Eso le permitirá cerrar el curso el próximo domingo en el campo del Avilés, que a pesar de su victoria en Carballo tampoco podrá aspirar a desbancar a ninguno de los ocupantes del top cinco, corte de la promoción de ascenso.

CD ARENTEIRO (0): Iago Domínguez, Eimil, Germán, Vitra, Joseca, Álex Fernández, Adrián Cruz (Cassio, min 90), Renan, Pibe (Marquitos, min 72), Raúl Blanco y Sobrido (Sylla, min 82).

NAVALCARNERO (0): Álex, Lorenzo, David Gómez (Aitor Núñez, min 66), Uña, Dani Hernández, Miki, Busi (Expósito, min 82), Álex Gil (Fran Pérez, min 72), Raúl Beneit, Navarro (Simón, min 82) y Ontiveros (Marcos Mendes, min 72).

ÁRBITRO: Castellanos Argüeso, del comité cántabro. Mostró cartulinas amarillas a los locales Renan y Germán, así como al visitante Uña.

INCIDENCIAS: Espiñedo. Gran ambiente en el último partido en casa de la escuadra verde.