Reabre el museo etnográfico privado más importante de Galicia

La Voz OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

Oseira atesora desde el año 1972 la colección de Olimpio Liste y Josefina Fernández

10 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Oseira se reivindica como lo que es: uno de los enclaves patrimoniales y turísticos más importantes de Galicia. Además de referencia y cita inexcusable para los peregrinos que caminan a Compostela recorriendo la Vía da Prata. Y lo hace a través de iniciativas que se han ido materializando en los últimos tiempos, alguna tras largos años de gestiones para tratar de hacer realidad una vieja demanda.

El monasterio cisterciense ha visto potenciada su condición xacobea con los dos proyectos materializados por la Xunta de Galicia: la reforma y mejora del antiguo albergue de peregrinos —cerrado en los tiempos de la pandemia por sus problemas a la hora de garantizar la ventilación debido a su estructura— y la creación de un edificio de nueva planta para contar con una moderna instalación para los peregrinos en la zona de las antiguas caballerizas. En total, entre los dos proyectos, el Gobierno gallego invirtió cerca de un millón de euros en el recinto monumental del municipio de San Cristovo de Cea.

Pocos días después de que el presidente de la Xunta inaugurase el moderno recinto para los caminantes a Compostela se materializaba una iniciativa esperada desde hace más de once años: la reapertura al público del museo etnográfico más importante de Galicia en el ámbito privado.

 Jornadas de puertas abiertas

El Museo Liste de Oseira fue, durante muchos años, el gran atractivo del lugar junto con el monasterio y punto de encuentro para visitantes e investigadores que llegaban en el verano de diferentes puntos de Europa. El museo etnográfico atesora más de 12.000 piezas, reunidas durante décadas por el matrimonio formado por Olimpio Liste y Josefina Fernández. La propietaria del mismo, Araceli Liste Fernández, ha llegado a un acuerdo con la Diputación de Ourense y el Concello de Cea para poner de nuevo en funcionamiento el centro expositivo. El alcalde, José Luis Valladares Fernández, acudía este sábado a Oseira para estar presente en la reapertura. 

Para promocionar el recinto, y comenzar esta nueva etapa «de xeito especial», Concello y comunidad cisterciense llegaron a un acuerdo para un fin de semana de puertas abiertas: los empadronados en Cea podrán acceder gratis a las visitas al monasterio y al museo con el objetivo, según indica el Concello en su web, de «acercar a toda a veciñanza estes dous emblemas» del municipio.

El recinto abrirá al público de miércoles a domingo, y con motivo de la reapertura la visita será gratis hasta el 29 de abril. 

De un «fuso» a las 12.000 piezas

Con un «fuso» que Olimpio Liste compró en una feria en 1967 y un carro que había pertenecido a la familia de Josefina Fernández, el matrimonio comenzó su trabajo de recopilación de aperos y materiales relacionados con los oficios que estaban en vías de extinción o hacía poco que habían desaparecido. Cuando ya contaban con una pequeña colección —cerca de doscientas piezas— se procedió a crear el museo dándole oficialidad con un sencillo acto en el que participó el entonces director del Museo Arqueolóxico de Ourense: Ferro Couselo. El espacio que este sábado se ha reabierto al público atesora una colección de más de 12.000 piezas y mantiene vivo el legado de muchas profesiones que ya son historia. Además añade a la faceta etnográfica otros aspectos de interés, como el hecho de que la vivienda en la que se encuentra el museo —adosada al antiguo muro del monasterio— fue en tiempos un albergue para las peregrinas que hacían el viaje a Compostela o que en la primera planta del mismo los propietarios reconstruyeron la celda del último fraile exclaustrado, fray Pedro Pérez López.

Un proyecto de vida y un compromiso inquebrantable con sus orígenes

Olimpio Liste y Josefina Fernández convirtieron el Museo Etnográfico de Oseira en un proyecto de vida. Iban sumando piezas y todos los fines de semana viajaban desde Pontevedra para abrir el museo y atender a los visitantes. En verano se trasladaban a una vivienda familiar en Longos, en Cea, y acudían a diario a abrir las instalaciones para atender a las personas que querían conocer el museo y a profesores e investigadores que llegaban de los lugares más variados: de Francia a Estados Unidos o Irlanda. La colección creció de tal manera que el matrimonio tuvo que comprar algunas casas en el pueblo para guardar las piezas. Con los materiales que tenían en sus fondos dieron forma a una nueva iniciativa que se abría al público en diciembre del año 2000: el Museo Liste de Vigo.

Cuando el futuro centro estaba en proyecto, empezaron a surgir voces de alarma vaticinando el cierre de Oseira y su traslado, primero al pazo de Mugartegui (Pontevedra) y luego a Vigo. En abril del 2000 Olimpio Liste instaló a la entrada del museo una vitrina con una campana dentro. Convocó a los medios de comunicación, pasó la llave —que luego una niña tiró al río Oseira en el Campo do Casledo— y sentenció: El museo se iría de allí cuando alguien encontrase la llave para abrir la vitrina e hiciese sonar la campana. Nunca tal aconteció.