Vivir cada día

María Doallo Freire
María Doallo EL LATIDO DE LA CIUDAD

OURENSE

Miguel Villar

Del horror de una guerra, de lo que podemos hacer, del futuro que nos queda

12 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Declarado ya mi amor por Ara Malikian, no sorprenderá que hable del documental que su mujer, la tremenda cineasta Nata Moreno, dirigió hace un par de años. Una vida entre las cuerdas es, además de una zambullida en la vida del artista, un documental que recoge una ínfima parte del genocidio armenio y de la guerra del Líbano. Hay algo que me pone especialmente los pelos de punta. Es cuando Ara recuerda su niñez; con las alarmas, los bombardeos, los búnkeres y los edificios derrumbándose. El violinista afirma, y habla en primera persona, que un niño solo conoce la realidad que vive. No hay otra más. Por eso para él, para sus hermanos y para todos los pequeños con los que compartía juegos en la calle y cuentos encerrados en un espacio acorazado, solo existía un mundo en el que cada poco algo saltaba por los aires. Ni se imaginaban que hubiese un lugar en el que la idea de un bombardeo estuviese limitada a las películas de acción o de ciencia ficción.

Me parece un dato sobrecogedor y desde que arrancó la guerra de Ucrania no soy capaz de apartármelo de la cabeza. Porque esos niños conocen bien lo que es vivir en paz. Pero hay alguien que se la está arrebatando por completo. No paro de darle vueltas y de hacerme preguntas —para las que todavía no sé si quiero respuestas— sobre todo lo que está ocurriendo. Me parece completamente injusta la idea de seguir viviendo con total normalidad mientras a millones de personas se les están arrebatando su libertad, su futuro y, en muchos casos, su vida. Por eso me gustaría ser práctica y animaros a ayudar, que es lo que podemos hacer con más rapidez desde una ciudad como Ourense. Sé que las personas que lleguen estas semanas huyendo de la guerra de Ucrania necesitarán de todo. Desde ropa a una inagotable ayuda psicológica, pero lo que recomiendan asociaciones como Cruz Roja o Acnur es que ahora mismo nos centremos en donar dinero, ingresándolo en cualquiera de las cuentas que han habilitado para su recaudación. Vamos a intentar que así sea.

Hoy entrevisté a dos mujeres que se jubilan, entre emotivos detalles de despedida y muchos aplausos. Después de estar más de cuarenta años trabajando en el CHUO ahora les toca empezar una nueva etapa en la que todo el tiempo será para ellas. Las dos coincidieron en que su plan era invertirlo en disfrutar de la vida y hacerlo además día a día. Una quería viajar y descubrir el mundo, salir a caminar a diario y pararse por las mañanas en un cafecito en el centro. La otra prefería tranquilidad y mucho mar, cuidar una casa que tiene en la playa y aprovecharla al máximo. Yo quiero, y desde hace doce días más que nunca, llegar a la edad de jubilarme y sentir que he sido, y que seguiré siendo durante todavía muchos años muy feliz. Vivir cada día, como ellas.