Ángela Rodríguez: «Después de ocho años de diálisis, el trasplante fue volver a vivir»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Ángela Rodríguez recibió un trasplante de riñón hace 11 años
Ángela Rodríguez recibió un trasplante de riñón hace 11 años Santi M. Amil

En el Día del Riñón, Alcer remarcó la importancia de los hábitos saludables

11 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El diagnóstico de una enfermedad renal severa trae consigo miedo y muchas dudas. Es la respuesta común de sanitarios, pacientes y desde la asociación Alcer. Es lo que se le pasó por la cabeza a Ángela Rodríguez cuando a ella le dijeron que sus riñones acabarían fallando. Tenía solo 37 años. En su caso, además, la mala noticia no llegó porque se encontrase mal, sino que fue a raíz de que su médico le preguntase por los antecedentes familiares. Al nombrar la poliquistosis de su hermano comenzaron a hacerle pruebas, por tratarse de una enfermedad hereditaria. Se confirmó que ella también la tenía.

«El diagnóstico lo asumí mal, porque yo estaba muy bien y no me podía creer que acabaría entrando en diálisis», relata. Pasaron tres años hasta que llegó ese momento. Y seguía llevando una vida normal. «Los médicos me dijeron que tenía que empezar ya, aunque yo no lo entendía porque no notaba nada, más allá de tener la tensión alta», relata. Pero sus riñones no funcionaban, así que, con 40 años, su vida dio un vuelco. Al iniciar la diálisis tuvo que dejar de trabajar, porque era incompatible con su puesto de limpiadora. Y aunque no fue un buen momento, fue también un cambio para bien en su salud mental. «Me pasé tres años llorando, hasta que al comenzar con la diálisis me dije que tenía que decidir si quería vivir o morir, y elegí vivir», relata. Desde ese momento inició una nueva etapa, que duró ocho largos años, hasta que recibió la tan ansiada llamada. Tenía que irse a A Coruña para someterse a un trasplante de riñón. «Ya no me esperaba que me llamaran; y cuando pasa no te da ni tiempo a pensar de lo rápido que va todo», reconoce. Más lenta fue la recuperación, con un riñón que tardó un mes en funcionar. Pero lo hizo. «Después de ocho años de diálisis, el trasplante fue volver a vivir», relata.

Ahora, once años después, el riñón de Rodríguez «empieza a dar algún problemilla». La fuerte medicación que toman los trasplantados para evitar que su cuerpo rechace el órgano y otros problemas añadidos, en su caso una operación de cadera, le están pasando factura. «Sé que en algún momento tendré que empezar de nuevo con la diálisis, pero ahora es diferente porque sé lo que es», cuenta. Su actitud es totalmente positiva y por eso ayer no dudó en acercarse al CHUO para participar en la mesa informativa organizada desde Alcer, la asociación que a ella tanto le ha ayudado en este tiempo.

En la mesa informativa de Alcer en el Hospital de Ourense se regalaban manzanas
En la mesa informativa de Alcer en el Hospital de Ourense se regalaban manzanas Santi M. Amil

Precisamente el suyo es el perfil mayoritario de los 85 socios con enfermedad renal de los 120 que tiene la agrupación en Ourense. «A maioría dos que veñen son xente transplantada, porque cando están coa diálise como que xa ocupa todo o seu tempo e non queren falar máis diso», explica Carmen Dorado, la responsable de Alcer en la provincia; aunque explica que está habiendo un cambio de tendencia provocado por la puesta en marcha del servicio de nutrición. Tener un buen asesoramiento sobre alimentación es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y ralentizar el deterioro del riñón. La otra pata de ese cuidado está en el ejercicio físico, porque eso Alcer tiene un convenio con el gimnasio Trabazos para las clases de aquagym. Y no falta tampoco, por supuesto, el asesoramiento. «Piden moita información sobre a declaración de incapacidade ou a pensión, e tamén temos un servizo de axuda no fogar que ten demanda», explica Dorado. Ahora, desde la agrupación están lanzando un programa para personas vulnerables económicamente, para ayudarles en la compra de alimentos.

Los usuarios y trabajadores de Alcer recibieron la visita del personal de Nefrología y del gerente del área sanitaria, Félix Rubial
Los usuarios y trabajadores de Alcer recibieron la visita del personal de Nefrología y del gerente del área sanitaria, Félix Rubial Santi M. Amil

El objetivo de Alcer en el Día Mundial del Riñón era trasladar a la población la importancia de la salud renal y de evitar los riesgos. ¿Y cuáles son? «Os hábitos non saudables, como o tabaquismo ou a mala alimentación. E despois os pacientes que teñen enfermidades como diabete, obesidade ou hipertensión, teñen que controladas para evitar que deriven en problemas renais», explica Dorado.

Fina Vázquez se jubila tras 37 años como enfermera jefa de Nefrología en el CHUO
Fina Vázquez se jubila tras 37 años como enfermera jefa de Nefrología en el CHUO Santi M. Amil

Tras 37 años, se jubila la enfermera supervisora de la unidad de Nefrología

El diagnóstico de un problema renal llega en la consulta de Nefrología. Si es preciso que el paciente pase a diálisis se le explican los tratamientos que hay, porque salvo contraindicaciones el afectado puede elegir entre acudir al hospital tres días por semana durante unas 4 horas o hacérsela en casa (existiendo entonces dos posibilidades). Como es mucha información de golpe, todavía habrá una segunda consulta para que el paciente resuelva las dudas que le pudieran surgir y pueda elegir su tratamiento. Todos esos pacientes que llegaban al CHUO —también hay servicio de diálisis en los hospitales comarcales de Verín y Valdeorras, y en la ciudad se derivan pacientes a la Fundación Renal— se encontraban con Fina Vázquez, que durante los últimos 37 años fue la supervisora de enfermería en la unidad de Nefrología y diálisis. Un tiempo en el que mucho han cambiado los tratamientos. «Antes era todo más rústico, ahora tenemos una tecnología avanzada y un gran grado de conocimiento de la enfermedad. Además, los tratamientos perdieron agresividad y son casi inocuos, por lo que los pacientes tienen una buena calidad de vida», destaca Vázquez, que desde el martes ya no recibirá a más enfermos. Después de 45 años de carrera profesional, todos vinculados al Hospital de Ourense, se jubiló. «Fue muy satisfactorio el tiempo que trabajé, pero ahora comienza una nueva etapa y hay que adaptarse, pero estoy muy contenta», asegura.