Sospechan que el autor del tiroteo en una gasolinera de Vilamarín quiso vengarse tras contarle su hija que su novio la maltrataba

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

OURENSE

Especialistas de la brigada científica de la Guardia Civil, recogiendo muestras tras el tiroteo en la gasolinera de Tamallancos
Especialistas de la brigada científica de la Guardia Civil, recogiendo muestras tras el tiroteo en la gasolinera de Tamallancos Santi M. Amil

La jueza ha decidido que el detenido, investigado por dos delitos de intento de asesinato y uno de tentativa de homicidio, ingrese en prisión

10 mar 2022 . Actualizado a las 17:58 h.

Una situación de malos tratos podría haber sido el detonante del tiroteo que tuvo lugar el pasado martes en una estación de servicio de Tamallancos, en el concello ourensano de Vilamarín. Las declaraciones realizadas en las últimas horas por testigos relacionados con los dos clanes familiares implicados en el incidente han permitido a los investigadores aclarar las circunstancias de un suceso que provocó heridas a cuatro personas, dos de las cuales se encuentran todavía hospitalizadas.

Todas ellas recibieron disparos que salieron de la escopeta que portaba la tarde del 8 de marzo Ernesto M. M., un vecino de Amoeiro de 48 años. El encuentro en la gasolinera no habría sido casual, ni fruto de una persecución. Las dos familias habían quedado en verse allí porque entre ellas se había producido una desagradable situación.

Así, tiempo atrás, la hija del agresor, que tiene 17 años, se había ido a vivir con un chico de 18, a la localidad coruñesa de As Pontes de García Rodríguez. La joven pareja residía en las inmediaciones del domicilio de los padres de él y durante varios meses las cosas fueron bien entre los dos. En los últimos tiempos, sin embargo, el novio habría empezado a comportarse de forma agresiva con la chica, que decidió hacer las maletas y refugiarse en su casa de la provincia de Ourense. Contó a su familia, al parecer, que su compañero sentimental le daba «muy mala vida», y este comportamiento por parte de su yerno pudo encolerizar al agresor, que decidió tomarse la venganza por su mano.

Viajaron desde A Coruña hasta Ourense

Pero nada de esto sospechaban los integrantes de la otra familia. Padre, madre e hijo se desplazaron desde A Coruña hasta la gasolinera de Tamallancos, situada al pie de la N-525, con la intención, al menos eso pensaban ellos, de que se podrían juntar para hablar y aclarar las cosas, pero nada resultó según lo esperado. El padre de la presunta maltratada aparcó su turismo en el estacionamiento del área de servicio y, con su hija dentro del coche y presenciándolo todo, sacó la escopeta y empezó a disparar tanto al novio de la chica como a sus progenitores. Los tres acabaron en el hospital, como también un cliente del bar que estaba echando la partida cuando tuvo lugar el suceso.

El agresor no tardó en ser detenido. Las víctimas lo conocían y dieron su nombre a los agentes de la Guardia Civil que acudieron hasta el lugar de los hechos, y que también conocían al sospechoso, con algunos antecedentes por robo. Fueron a buscarlo a su casa y lo arrestaron ya de camino, cuando el individuo estaba a punto de llegar a su vivienda. Llevaba consigo la escopeta, que fue incautada como prueba.

Tras permanecer un día y medio en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil, donde no quiso prestar declaración, el sospechoso fue puesto este jueves a disposición policial. La titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Ourense decidió que ingrese en prisión, comunicada y sin fianza. El detenido está investigado por dos delitos de intento de asesinato y un delito de tentativa de homicidio.

Respecto a los heridos, dos de ellos ya fueron dados de alta el miércoles. Se trata del vecino de Coles que se encontraba en el bar jugando a las cartas y de la consuegra del acusado, de 39 años. Los dos varones, padre de hijo, que recibieron disparos en el pecho, siguen hospitalizados, si bien es posible que en las próximas horas sean trasladados hasta su hospital de referencia. Sus vidas, al parecer, ya no corren peligro.