«No tengo la menor idea de la lógica de esta guerra», confiesa. Si Ucrania era un tapón para Putin, considera que los líderes europeos fueron condescendientes con él. Y cita a Confucio: «Lo más difícil de todo es encontrar un gato negro en una habitación oscura, sobre todo si no hay gato». Dada la diferencia de armamento, Yuriy piensa que es imposible que Ucrania aguante si no le ayuda Europa.
De su país natal, este ucraniano de Ourense salió en 1984 y solo volvió dos veces. Se fue a Alemania del oeste, donde nació su hijo pequeño, estuvo 16 años en Hamburgo y luego en Polonia. En una visita a Madrid descubrió el sol de España y encontró su rincón en Ourense. En Belesar lleva unos catorce años, es autónomo y en Ourense se criaron y estudiaron los otros dos hijos que tiene, relata sobre su vida.