Nacho Nugo: «No he podido decir que no a lo que me han ofrecido de televisión»

Maite Rodríguez Vázquez
Maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

El actor Nacho Nugo
El actor Nacho Nugo ROBERTO MAROTO

El actor ourensano, actualmente en la serie nacional «Sequía», está orgulloso de los papeles que ha representado desde que comenzó a los 18 años

07 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

A sus 26 años, el celanovés Nacho Núñez González, de nombre artístico Nacho Nugo, ya se ha hecho un hueco en series de difusión nacional como Néboa o, actualmente en la pantalla de TVE, Sequía, donde interpreta a Rubén, el joven heredero de una familia envuelta en una trama policial. Más allá de la promoción de esta serie, Nacho Nugo recuerda su fuerte vinculación con su provincia natal aunque desde los 19 años vive en Madrid por motivos profesionales.

—¿Recuerda cuándo decidió que quería ser actor?

—No hubo un día en que lo decidiera. Pasó de manera natural, me llamaba la atención la interpretación y, con cuatro o cinco años, ya veía series intensamente; después me planteé que esa opción podía ser una opción vital. A los 18 años hice un curso en Voz Audiovisual, a la vez que empezaba una carrera, pero ahí vi el contrate y lo que me gustaba. Con 19 años, me fui a Madrid, me formé durante tres años en una escuela y busqué un mánager.

—Ya tuvo sus pinitos desde esos primeros años. ¿Qué recursos le aportó después la formación?

—El talento se tiene o no se tiene, pero hay que cultivarlo y desarrollarlo. Al empezar, tiras de intuición, hay que trabajar tu voz, conocer tu cuerpo. Con 19 años, sales del cascarón de tu zona de confort y te llenas de herramientas para cuando salga la oportunidad. Desde los 18 años había hecho capítulos sueltos en Galicia y alguno a nivel nacional. Pero hasta que empecé a vivir de mi trabajo pasaron tres o cuatro años. Fue un tiempo para entender los ritmos de la profesión y convivir con la inestabilidad.

—Por muy bien que lo haga, depende de que otros lo elijan. ¿Cómo se lleva eso?

—Fue duro darme cuenta de que mi trabajo es una pequeña parte en la decisión de tener un papel. Te sientes vulnerable, porque salen mil opiniones sobre ti. Depende de tu esfuerzo pero también de otros muchos factores externos. Los parones no son fáciles de llevar. Intento no pasar de cien a cero. Hago training actoral para que la prueba siguiente no me pille en frío. Aprovecho los huecos entre proyectos para ver teatro y cine. Durante los meses que duran las grabaciones solo tengo tiempo para eso.

—¿El teatro es un medio que le atrae?

—Le tengo muchas ganas al teatro, a eso de que cada día sea único y diferente. Pero desde el 2018 no he podido decir que no a lo que me han ofrecido de televisión. Me encanta hacer tele porque hay papeles muy interesantes.

—¿Está satisfecho con la profundidad de los personajes que interpreta pese a su juventud?

—Nunca pensé que con mi edad y perfil me darían estos papeles. Me decían que me tocarían personajes puros o tranquilos por tener cara de crío pero me están dando personajes oscuros, con conflictos emocionales. Me siento orgulloso del tipo de papeles que me están dando.

—¿Cómo los prepara, con ensayos con el resto de actores o hace algo previamente?

—Cuando llegan los guiones, echas horas en casa para construir el personaje. Me gustan los directores que tienen claro lo que quieren. Soy bien mandado, aunque en el día a día también me gusta aportar cosas.

—¿Ha sido así también con el personaje de «Sequía», Rubén?

—Rubén tiene una evolución muy bestia en solo ocho capítulos. Tiene un recorrido. En los primeros capítulos tiene una vida tranquila, plana; luego se ve la montaña rusa que es Rubén. Intenté no pasarme y no caer en el cliché. No ha sido fácil encontrarle el punto a Rubén.

—¿Qué tal va la serie?

—Ha sido una sorpresa verla. El feedback es bueno, se valora que es una propuesta diferente, con actores españoles y portugueses, con localizaciones naturales, en Cáceres, Lisboa y Madrid, algo que se agradece visualmente.

«Sé que mi lugar es Madrid pero necesito mis dosis de Galicia»

En Sequía, Nacho Nugo comparte reparto con otra actriz ourensana, de amplia trayectoria televisiva, Myriam Gallego que interpreta a su madre. «Al ver que estaba ella en la serie, al ser gallega y de Ourense, ya te sientes un poco en casa», aprecia el joven. «Myriam es maravillosa. Galicia es como una gran familia, tirando del hilo resulta que hasta tenemos familiares en común», ríe.

—¿Qué tal fue pasar de un pueblo a vivir en una gran ciudad?

—Es un cambio grande, pasar de Celanova a la jungla que puede llegar a ser Madrid. Pero cuando tienes tantas ganas, Madrid era el primer paso para conseguir mi sueño. Amo a Galicia y a mi pueblo, pero, cuando tienes tan claro el motivo de estar en un lugar, estás a gusto. Y, con esta edad, agradezco lo que me ofrece Madrid. Aunque necesito volver cada poco, a ver a mis amigos, a mi familia y a mis animales.

—Ahora podrá venir más o al menos más rápido en tren.

—Hice el primer viaje cuando inauguraron el AVE. Estoy muy ligado a mi casa. Aunque sé que mi lugar es Madrid, necesito mis dosis de Galicia, ir a casa, respirar aire puro, comer comida de ahí o pasear por la playa.

—¿Qué supuso «Néboa» en su carrera?

Néboa será un proyecto que recordaré siempre. Fue el primer papel importante en una serie nacional. Era un bombón de papel, espectacular. Y pude trabajar con Emma Suárez, un regalo de profesional.

—¿Por dónde quiere seguir?

—Me apetece hacerlo todo. ¡Se hacen cosas tan guays en España! Por soñar, me gusta mucho lo que hace Rodrigo Sorogoyen. Y los grandes, claro, Almodóvar, Amenábar, Gracia Querejeta, Icíar Bollaín. Entre actores, Luis Tosar es un ejemplo de cómo gestionar una carrera.