El club ourensano recuperará ante el Morón los recuerdos de la que fue la cancha de sus primeros éxitos
20 ene 2022 . Actualizado a las 12:55 h.Un viaje al pasado que puede rescatar recuerdos de hace más de treinta años. Muchos aficionados del Club Ourense Baloncesto se lo están planteando de ese modo, más allá de las molestias, incomodidades o simplemente singularidades que trae consigo la imposibilidad de utilizar el Pazo Paco Paz para desarrollar la jornada de la LEB Plata del próximo sábado.
La disputa del Campeonato de Europa de Hockey Sala femenino confirmó el aplazamiento hace meses y, tras barajar las distintas opciones, la entidad baloncestística optó por realizar un corto viaje a Os Remedios. El aforo no es el más adecuado, pero también en la dirección de la estructura deportiva se tuvo en cuenta ese toque nostálgico.
Y es que, hace ya más de 30 años, el entonces Caixa Ourense dejó el céntrico emplazamiento para dirigirse al nuevo complejo de la Deputación de Ourense, entonces conocido como Pabellón Finca Sevilla. El primer partido oficial en su actual hogar data del 24 de septiembre de 1988. Fue ante el Oviedo, en la segunda jornada de aquella histórica temporada que terminó con el primer ascenso a la máxima categoría. En aquellos momentos lo tuvo claro un técnico que ya conocía bien el ambiente del baloncesto ourensano, Ángel Navarro, quien incidió en la previa del partido en que se trataba de «un acontecimiento histórico y trascendental para todas las personas que integran el círculo deportivo de la ciudad». Por mucho que quedara atrás una bombonera en la que los aficionados más veteranos recuerdan momentos que los hicieron vibrar en muchos sentidos.
Lo mismo le sucede a los protagonistas de aquellas gestas, como relata un Fran Crujeiras que vivió el trasvase en primera persona: «Para mí la pista de los remedios es completamente entrañable. Allí estuvimos siempre muy arropados y disfrutamos del baloncesto como pocos equipos. Aún hoy me gusta ver algún partido del Bosco, porque para mí es muy especial que jueguen ahí. De todos modos, cuando éramos jugadores, el cambio fue total al pasar al Pazo».
Este es el enlace a la noticia de La Voz en 1988
Fran se refiere sobre todo a la calidad del nuevo recinto deportivo, que por otra parte, permitió darle continuidad al incremento de los seguidores del club, como apuntó en su día Fito Arribas, presidente en esos tiempos de vertiginoso cambio: «Fuimos subiendo en poco tiempo de Os Remedios al Paco Paz y llegamos a tener muchos problemas con el tema de las entradas, porque era muy difícil cumplir compromisos y conseguirlas para ver a un equipo que era seguido por miles de aficionados».
Es un detalle que recuerda bien Crujeiras, por mucho que el nuevo entorno también le dio vida a la estructura del club: «La pista del Pazo es de las mejores del país. La de los Remedios era durísima y el cambio le vino bien tanto a la primera plantilla como a todos los planteamientos de un club que siguió creciendo durante años».
Y todo en un año que también tuvo condicionantes claros. De hecho, se pasó de superar una eliminatoria de permanencia en Os Remedios, ante el Lliria, al respiro de comenzar de cero al año siguiente, con una ambición cumplida en el salto a la élite. Para el pívot de Ribeira fueron partidos inolvidables: «Hace mucho tiempo y algunos detalles son difíciles de recordar, pero lo disfrutamos mucho tanto en Os Remedios, con el calor del público tan cercano, como en el Pazo, donde cada vez entraba más gente y el club comenzó a ser conocido en todo el país».
Crujeiras alude a aquellas primeras visitas del Real Madrid y a otras tardes realmente gloriosas, pero no aparta las sensaciones que vivió en Os Remedios: «Estábamos creciendo todos, jugadores, club y aficionados, era un ambiente de baloncesto». El mismo que sentirá algún que otro nostálgico el próximo sábado, cuando su COB mida fuerzas con el Morón andaluz. De vez en cuando, viene bien recordar.