El ruido por atascos o pitidos molesta en las aulas, donde deben tener abiertas las ventanas por el protocolo anticovid
21 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El IES Ferro Couselo se encuentra ubicado en uno de los accesos a la ciudad desde la N-525, junto a los recintos de Expourense y el Paco Paz, y frente a una superficie comercial. El tráfico por la zona siempre ha sido intenso y cada cierto tiempo los padres alertan sobre la peligrosidad de un vial que no tiene aceras ni medidas disuasorias de la velocidad. Pero el covid ha venido a complicar aún más las cosas. El hecho de que, tanto Expourense como el Paco Paz se hayan convertido en vacunódromos, ha aumentado el flujo de vehículos por la zona. Las colas que se originan para salir o entrar hacia esos recintos generan un añadido de ruido y concierto de pitidos que se cuela por las ventanas abiertas del centro por la normativa antipandemia. Los alumnos cuentan a sus padres que a veces no son capaces de escuchar al profesor.
«Se necesita algún tipo de regulación, sea una rotonda o semáforos. Hay una señal de prohibido girar a la izquierda, pero está medio escondida y tan lejos del cruce que cuando llegan al sitio la gente entra igual por ahí y, claro, se montan unos líos tremendos», dice Mónica Santiago, la anterior presidenta del ANPA, que asegura que el malestar de los padres por la escasa seguridad vial del entorno del centro, viene de lejos.