El técnico militó tres años en Mestalla, tras participar en el mundial de 1994
15 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Jorge Otero Bouzas (Nigrán, 1969) es uno de esos personajes muy reconocibles en el panorama del fútbol gallego. Forjado en la cantera del Celta, sus actuaciones como lateral derecho —se manejaba también en la izquierda si era necesario— en el primer equipo celeste le catapultaron al Mundial de 1994 y, a su regreso, al Valencia CF. Sabe perfectamente lo que se encontrará el conjunto de Mestalla en O Carballiño, donde disputará este jueves la eliminatoria de Copa del Rey ante el Arenteiro.
Y es que el actual entrenador del Arousa sigue de cerca las evoluciones del once verde, al tratarse de uno de sus rivales directos: «Es un equipo que hace más cosas bien que mal. Su juego no se corresponde con los puntos que tiene en este momento. El fútbol tiene este tipo de dinámicas y a veces sucede que no encuentras el camino del gol y los rivales te hacen daño con muy poco. De todos modos, tienen mimbres para revertir esa situación».
Centrándose en la confrontación copera, Otero sabe que los precedentes de la Liga en las últimas semanas no afectarán demasiado a lo que se verá sobre el terreno de juego: «El equipo de inferior categoría presentará a futbolistas muy motivados, en un ambiente que será impresionante, porque tanto el club como los aficionados apoyan mucho a esta plantilla. Por el perfil que tienen, estoy seguro de que los jugadores del Arenteiro no le regalarán nada al Valencia. Está claro que el equipo de Primera División es favorito, pero creo que no lo tendrá fácil. Se encontrarán un campo que seguramente estará más pesado que los que suelen visitar y la motivación no es la misma que tendrá su rival».
Jorge tampoco olvida que el Valencia es un equipo especial, en cuanto al ambiente que se respira a su alrededor. Recuerda que prácticamente han desaparecido todas las personas con las que coincidió en la ciudad del Turia, máxime tras la llegada del magnate Peter Lin y sus colaboradores en Meriton, principal accionista de la sociedad anónima deportiva: «El último de mis compañeros que quedaba en el club fue Paco Camarassa, que estaba como delegado cuando salió». Un ejemplo de situaciones tirantes que siempre han marcado el día a día de la entidad. El de Nigrán, en todo caso, recuerda con cariño una etapa en la que también pudo vivir el fútbol con mayúsculas: «Tuve suerte, porque en este club se ha repetido a lo largo de la historia que siempre pasaba algo que lo desestabilizaba cuando las cosas iban bien. Además tuve entrenadores que fueron auténticos personajes como Carlos Alberto Parreira, que venía de la selección de Brasil, Luis Aragonés o Jorge Valdano. Fueron bastantes para solo tres años, porque también estuvo Rielo como interino».
Por otro lado, Otero fue siempre titular y recuerda aquellos días con cariño, aunque en el caso de la próxima pugna copera, valora las opciones del plantel de O Carballiño: «En el fútbol no es fácil reaccionar cuando las dinámicas son negativas, pero en el Arenteiro hay cosas que se hicieron bien durante un largo tiempo, lo que hace pensar que son capaces de cambiarlas».
También cree que es una gran opción para cambiar el rumbo de la escuadra que entrena Fran Justo: «En la temporada pasada fue un equipo muy difícil de superar, sobre todo cuando se ponían por delante. Ahora los rivales son distintos y les cuesta más, pero insisto en que tienen fútbol para más. La Copa puede ser un punto de inflexión».
Un internacional contrastado en los banquillos gallegos de la Tercera División
Pocos entrenadores en Galicia cuentan con el bagaje de Jorge Otero como jugador, pero junto a otros más jóvenes ha sabido curtirse en los banquillos de la Tercera División. En eso coincide con el prometedor Fran Justo, dando este año el salto a la novedosa Segunda RFEF.
Antes, en un Celta en el que alternó la Primera y la Segunda División, fue capaz de llegar a la selección española absoluta e incluso jugar el Mundial de Estados Unidos, en 1994. Aunque se retiró con solo siete partidos con el combinado nacional, uno de ellos fue el polémico duelo contra Italia en Foxboro, donde el codazo de Tassotti a Luis Enrique —no castigado— y un gol postrero de Roberto Baggio apartaron a España del camino hacia la Copa del Mundo. Aquel día, fue titular en la alineación de Clemente.
A continuación llegó su fichaje por el Valencia, donde coincidió con algunos de los jugadores más relevantes de la historia del club, apoderándose del lateral diestro junto a futbolistas como Zubizarreta, Mazinho, Mijatovic, Mendieta, Karpin, Engonga o el Piojo López, entre otros muchos, a los que sumó sus compañeros en el Betis y en el Atlético de Madrid. En el Calderón volvió a coincidir con Luis Aragonés en el banquillo, para devolver a los colchoneros a la máxima categoría. En el Elche vivió su última experiencia profesional.
Como entrenador en Tercera División Otero enlazó buenas temporadas al frente del Rápido de Bouzas, el Arousa y el Alondras, antes de regresar el pasado verano al campo de A Lomba y embarcarse con el plantel arlequinado en su nueva aventura en la nueva Liga de la Federación Española. Hasta el momento, es décimo con 7 puntos más que el Arenteiro, pero asume que «aún no se terminó ni la primera vuelta y es un torneo muy igualado».