El covid desinfla las expectativas de los hosteleros de cara a Navidad

María Doallo Freire
maría doallo OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Los restaurantes empiezan a recibir cancelaciones de cenas de grupo o de empresa

29 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Navidad es sinónimo de reencuentros y de momentos compartidos a la mesa. Eso siempre que la pandemia lo permita. Después de que la del 2020 estuviese marcada por la distancia y por la ausencia de multitudes, todo apuntaba a que la de este año empezaría a recuperar las viejas tradiciones. El aumento imparable de casos covid en la provincia de Ourense en las últimas semanas hace que las restricciones amenacen el desarrollo de las cenas de empresa y de grupos de amigos que ya estaban previstas para el mes de diciembre. Por el momento está confirmada la reducción del aforo por mesa en interior de 10 a 8 personas y también la obligación de presentar el certificado covid para entrar en los locales.

La incertidumbre vuelve a ser la gran protagonista para los restaurantes ourensanos. «Estamos a la expectativa de lo que ocurrirá con las medidas de seguridad porque la verdad es que parece que nos lo van a complicar un poco», explica Luis Hermida, jefe de comedor del restaurante A Carballeira, en Santa Cruz de Arrabaldo. Aún así cada día reciben nuevas reservas. «Hay muchísima demanda, sobre todo de cara a los fines de semana previos a Nochebuena», añade. En su caso, el comedor principal tiene espacio para 800 comensales y además tienen otros tres salones. Los menús que proponen para grupos cuestan entre 35 y 40 euros por persona. «Estamos muy por debajo del nivel de reservas que tendríamos en una situación normal porque nos faltan las grandes empresas, esas que necesitaban sitio para más de cien personas», explica el metre de este restaurante. Este año lo que predomina son cenas de pequeños grupos de compañeros de trabajo. «Y el propio día de Navidad estamos casi llenos de familias que optan por comer fuera y venir a nuestro restaurante», termina.

La misma sensación tienen en Los Caracoles, en A Derrasa, donde también cuentan con un amplio espacio y una larga tradición en cenas de empresa. «La previsión era muy buena porque la cosa empezó muy animada, con muchas reservas a diario, pero ahora ha dado un frenazo», afirma José Antonio Caneiro, gerente del local. Hasta el momento ha recibido dos anulaciones: «Una de más de 50 comensales y otra de más de 30. Las empresas prefieren ser cautelosas». El resto de reservas se mantienen y la decisión de los grupos ha sido dividirse en mesas de ocho personas. La oferta de menú va de 30 a 40 euros, un precio similar al de los últimos años. «Y eso que el coste de algunos productos básicos para nuestras propuestas de Navidad como el pulpo o las zamburiñas se está disparando, pero vamos a mantener los precios», confirma José Antonio.

En la ciudad, las reservas para cenas de grupos van en aumento. En la cafetería La Coruñesa, frente a los jardines del Padre Feijoo, colgaron los carteles con sus menús hace ya tres semanas. Tienen distintos precios, desde 20 a 35 euros por persona. «A xente vaise animando, veñen consultarnos e logo xa fan a reserva, aínda que temos moitos ocos libres aínda», admite el propietario del local, José Manuel Sánchez. Según su experiencia, este año las reuniones empiezan a partir del primer fin de semana de diciembre. Por su cercanía a la zona de vinos de Ourense, es el local escogido por muchos grupos de amigos para juntarse en Navidad. «Aquí veñen máis pandillas de xente nova que compañeiros de empresas», cuenta. Organizan las cenas en la parte de arriba de La Coruñesa, un espacio que habitualmente está cerrado al público, pero que abren en la temporada navideña. «Penso que este ano non vai ser tan bo como outros, e iso que notamos que a xente ten moitas ganas de recuperar a normalidade, aínda que sexa divididos en mesas de oito persoas», termina José Manuel.

En el restaurante Sanmiguel también está habiendo alguna que otra anulación de última hora. «Justo nos acaba de cancelar un grupo de más de cincuenta comensales. El problema es que ya le habíamos dicho que no a otros grupos que llamaron para reservar en esa fecha», explica el propietario, Diego González. Es para el fin de semana previo a Nochebuena. Al contar con un local muy amplio, la distancia social está garantizada y ese es uno de los puntos fuertes que destaca el gerente de Sanmiguel. También la calidad de producto que hace que el precio de los menús empiece en 40 euros por persona. «Este año hubo mucha previsión, gente que reservó ya hace dos meses, pero no tanta como antes del covid, cuando las mesas empezaban a ocuparse desde el verano», afirma Diego, que se muestra optimista con la temporada. «Al fin y al cabo las cenas de grupo siempre se dividieron en mesas», acaba.

Algunos restaurantes apostaron por limitar el número de comensales

En el casco histórico de Ourense hay varios locales con opciones para grupos. En Atarazana, en la rúa dos Fornos, decidieron limitar las reservas a un máximo de diez personas. «Se veía venir que llegarían restricciones así que quisimos ser previsores. Además en nuestro local se está más cómodo en grupos más pequeños», explica José González, propietario del restaurante. Por eso ahora, con la reducción a ocho comensales, tienen más fácil solucionarlo: «Vamos a separarlos en dos mesas de cinco». En su restaurante cierran nuevas reservas casi cada día y de hecho tienen completo casi todo el mes de diciembre. «Notamos más volumen de llamadas que otros años pero es verdad que en la última semana hubo alguna cancelación, aunque se sustituye rápido, por suerte», concluye José.

En A Palleira, en la avenida de Buenos Aires, también optaron por anticiparse a las restricciones. «Xa nos cheirabamos que as consecuencias da pandemia non terminaran, así que para evitar que houbese grupos de moitísimos comensais, quitamos os menús pechados», explica Carlos Doval, propietario del local.

«Algunhas mesas chamaron para cancelar a reserva pero a maioría mantéñense», añade. De hecho para los próximos cuatro fines de semana ya casi no hay huevo en el restaurante A Palleira.