Una red de mentores acompaña en el campus a los futuros emprendedores

Fina Ulloa
fina ulloa OURENSE / LA VOZ

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Ernesto López-Valeiras y Alberto Pavón
Ernesto López-Valeiras y Alberto Pavón Santi M. Amil

El proyecto de la Facultad de Empresariales cerró su primera promoción

22 nov 2021 . Actualizado a las 10:25 h.

Hace tres años un grupo de personas vinculadas al campus ourensano y al mundo de la empresa en Ourense decidieron poner en marcha una red de mentorización de alumnos similar a los que funcionan en otras universidades. «Buscábamos una forma de ayudar, de facilitar a los estudiantes de la Facultad de Empresariales ese tránsito de la carrera al mundo laboral», resume el profesor Ernesto López-Valeiras, coordinador de esta iniciativa. El programa se inició de manera experimental con tres mentores y en su segundo año incorporó a cuatro más. «Estamos estudiando si sumar más porque queremos ir creciendo poco a poco. No tenemos mucha infraestructura y ampliar supone una dedicación que a lo mejor perdemos en la atención que le estamos dando ahora mismo al programa», señala, recordando que cada mentor trabaja con un solo alumno «porque es gente muy ocupada, con poco tiempo libre y que colabora en esto de forma desinteresada».

La convocatoria para entrar en el programa se abre a principios de curso y se dirige a alumnos de esa facultad a los que les faltan dos años para terminar sus estudios. Ese es el tiempo que permanecerán en la iniciativa, que les ofrece actividades grupales pero también individuales con el mentor que se les asigne, que será uno de los empresarios o directivos que colaboran. «Tienen reuniones periódicas que siguen las pautas que les damos; y van hablando sobre temas que o bien surgen del mentorizado o bien va proponiendo el mentor», resume el coordinador.

Entre otras cosas, se busca que el alumno desarrolle habilidades que, sin estar estrictamente relacionadas con las materias curriculares de sus estudios, pueden ayudarles en el desempeño futuro dentro del marco de la empresa y del entorno real que la rodea. Los campos son muy variados. Desde aprender a hablar en público o aclarar dudas sobre el mundo laboral, a saber decidir el momento idóneo para realizar estudios de especialización, comenzar a buscar trabajo o saber cómo afrontar una oferta de empleo. Y, lo más importante, se genera un clima de confianza que ayuda a crear vínculos. «Durante esos dos años se va generando entre ellos una relación más personal, que continúa ya de manera no formal al terminar ese tiempo que dura el programa», apunta López-Valeiras.

Las actividades grupales, en las que participan todos los mentores y sus mentorizados, ayudan también a que se conozcan entre ellos y «a generar una red de contactos antes de terminar la carrera, en la que poder apoyarse después para resolver dudas o recibir orientación».

El plan es mejorar las oportunidades de los futuros empresarios o directivos en una provincia «muy rural y con un limitado tejido industrial» que, según recuerda el coordinador del proyecto, ofrece pocas oportunidades de tener un conocimiento de la realidad empresarial.

«Esta gente ya sale madura. Lo que vimos en estos años es que el cambio de los mentorizados es brutal», admite. El programa incide de forma especial en una orientación sostenible y ética de los negocios. «El grupo de mentores seleccionados tiene muy claro estos aspectos. Saben que hay unos límites y que no todo vale en el mundo empresarial; que hay una función social y también un aspecto medioambiental cada vez más importante; y que es fundamental cuidar de todo esto», añade López-Valeiras. Desde este proyecto también se anima a los alumnos a participar en iniciativas organizadas por otras entidades u organismos. «El año pasado se presentaron a unas becas de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas, y las ganaron. También participaron en un concurso de entrevistas a directivos en el que consiguieron un premio», continúa.

La selección

Aunque el profesor reconoce que «no hay avalanchas de solicitudes, porque el programa todavía no es muy conocido», la limitación de mentores hace que sea necesario realizar una selección entre los alumnos interesados. «No se hace por el expediente académico, sino que tratamos de valorar la motivación», dice. Un amplio formulario que deben cubrir los interesados, les sirve para discernir quién puede aprovechar más entrar en el programa. Los mentores tienen distintos perfiles, y, una vez fijados los beneficiarios, se van asignando según los intereses de cada estudiante.

alberto pavón armesto. mentor

«Nuestra labor es animarlos a vencer los pequeños miedos»

Alberto Pavón (Pola de Laviana, Asturias, 1977) es uno de los tres profesionales con los que arrancó el programa de mentores. Este analista de negocio desarrolló buena parte de su trayectoria laboral contratado por empresas como Inditex o Adolfo Domínguez, antes de decidirse a crear la suya propia.

—¿Cómo valora el programa?

—Estamos seleccionando a los que serán nuestra segunda promoción, si estuviera arrepentido no seguiría. La verdad es que entré en esto, creo que como los demás, por el empuje que tiene Ernesto, que es una persona muy implicada y que se empeñó en que el proyecto saliera adelante. Creo que todos hemos visto que es una posibilidad muy interesante de ayudar.

—¿Surgieron dudas?

—Nosotros pensábamos qué cosas podríamos enseñarles pero la verdad es que las necesidades del alumno no son técnicas. Nuestra labor es aplicar nuestra experiencia, ayudarles a descubrir lo que no quieren. El ámbito empresarial es enorme; puedes hacer de todo y quizá lo más interesante es que aprendan a tomar decisiones. Nuestra labor es animarlos para que venzan esos miedos. Empujarlos a dar ese pasito, que no es nada, pero cuesta, para conseguir que ellos mismos vayan viendo más claro el camino que de verdad les gusta. Ojalá en mi época hubiera tenido un mentor; me habría ahorrado mucho tiempo.

—¿Qué cree que es lo mejor?

—La red que se crea, que va más allá de la universidad y que no beneficia solo al alumno. También nosotros ganamos con lo que aprendemos del grupo.

manuel ramos. mentorizado

«Posiblemente le debo al programa el estar ya trabajando»

Manuel Ramos Moure (Ourense, 1998) es uno de los alumnos que estrenó el programa y que acaba de finalizar, junto con sus estudios, esta experiencia pionera en el campus ourensano. Trabaja como gestor de proyectos para una empresa vinculada al sector deportivo.

—¿Por qué se animó a participar?

—Un compañero y yo fuimos a una conferencia sobre control de gestión desde una perspectiva de género y, al final, el profesor Ernesto López-Valeiras anunció que se iba a poner en marcha un programa de mentorización. Nos pareció una idea muy atractiva y, sobre todo, una buena forma de acercarse al mundo laboral, así que nos decidimos.

—¿Le sirvió?

—Un mes después de terminar la carrera había firmado un contrato en prácticas por un año. Creo que posiblemente le debo al programa el estar ya trabajando, me ha ayudado a tomar decisiones y a plantearme cómo afrontar las cosas. Si no hubiera estado en este programa no estaría ahora trabajando. Pero además esto es algo que sigue. Esa era la idea, que hubiese una trascendencia más allá del programa. Seguimos en contacto y además, tanto mi compañero como yo, echamos una mano y difundimos citas que se organizan como el programa Conversas.

—¿Cuál es su objetivo de futuro?

—Habrá que ver cómo lo revalúo dentro de unos cuantos años, pero me gustaría poder arrancar mi propia empresa, si tengo la oportunidad. De todos modos, lo que ahora me hace falta es completar un recorrido y familiarizarme con un sector.