Dos mujeres detenidas por el asesinato de la joven Leticia Magalí Sanabria en O Barco de Valdeorras

María Cobas / Marta Vázquez O BARCO / LA VOZ

OURENSE

Levantamiento del cadáver de Leticia Sanabria, el 10 de septiembre
Levantamiento del cadáver de Leticia Sanabria, el 10 de septiembre Lolita Vázquez

La familia de la fallecida asegura que la joven consideraba a una de las presuntas implicadas como una segunda madre

17 nov 2021 . Actualizado a las 17:40 h.

Dos mujeres han sido detenidas por el asesinato de Leticia Magalí Sanabria, la joven de 28 años y de origen paraguayo que fue encontrada muerta en su piso con signos de violencia el pasado 10 de septiembre en O Barco de Valdeorras. Una de las detenidas es su compañera de piso y la otra es una amiga de ambas que visitaba con frecuencia la vivienda. Fátima L, de origen nigeriano, y A. L. V. de nacionalidad brasileña, fueron también las que alertaron de que Leticia estaba muerta. Llamaron a emergencias después de haber estado tomando café en la terraza del mismo bar al que acudían las tres cada tarde a primera hora. Se cree que estaban construyendo una coartada con el objetivo de alejar las sospechas. Así, siguieron su rutina habitual hasta que supuestamente regresaron a la casa para buscar a Leticia e irse a trabajar, sorprendidas por el hecho de que la joven paraguaya no hubiese acudido a su cita diaria. De ese modo, habrían tenido tiempo para preparar la escena del crimen y su coartada, antes de la llegada de los investigadores, que en un primer momento vieron evidencias de que había sido una muerte violenta. La posterior autopsia confirmó que Leticia falleció por asfixia.

Quince agentes de la Guardia Civil se han encargado estos dos meses del caso, en una investigación liderada por el juzgado número 1 de O Barco y la Fiscalía de Ourense que sigue bajo secreto de sumario, a la espera de que la jueza decida levantarlo una vez tome declaración a las detenidas, algo que sucederá el jueves por la mañana. Además, los investigadores todavía están pendientes de recibir los resultados de los análisis de algunos restos biológicos encontrados en la vivienda y que fueron recogidos como pruebas en las horas posteriores al crimen.

La familia de Leticia siempre apuntó a un móvil económico. Aludía su hermano Marcelo desde Paraguay (donde siguen viviendo siete de los ocho hermanos de Leticia y sus padres) a que la víspera de su asesinato, Leticia le contó a su madre que había conocido a una persona de confianza a través de la que le haría llegar una importante suma de dinero. Había llegado tres años antes a España con el objetivo de ahorrar dinero y poder sacar a su familia adelante. Su objetivo era regresar a Paraguay en un futuro, e incluso se estaba construyendo una casa allí. 

La familia consideraba muy sospechoso el hecho de que Fátima rechazase en todo momento hablar con la hermana de Leticia que vive en Valdeorras. Los investigadores no descartan que el móvil económico estuviese detrás del asesinato, aunque también barajan como posibilidad que se trate de una cuestión de celos, en lo profesional y en lo personal.

«El dolor empezó de nuevo»

La familia supo de la detención por La Voz de Galicia. «Ojalá así sea Dios mediante», decía Marcelo desde la casa familiar en Yby Ayú, la ciudad donde Leticia fue enterrada el pasado día 28, después de que la jueza autorizase la repatriación. Una hora después seguían sin noticias oficiales y no escondían que lo sucedido les impactó. «El dolor empezó todo de nuevo acá en casa», reconocía el joven, que acto seguido aseguraba que siempre había sospechado de ellas. Eso sí, lamentaba tener razón: «Mi hermana Leticia consideraba mucho a la nigeriana... hasta decía que era como su segunda mamá».