Confesó que vendía droga en Ourense y le imponen una pena mínima porque también es adicto a los estupefacientes

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Agos Iglesias

El acusado entregó hasta la báscula con la que pesaba las dosis a los agentes que lo fueron a detener

08 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacía ya varios meses que los agentes del grupo de estupefacientes de la comisaría provincial de Policía Nacional sospechaban que Manuel Jesús G. G. se dedicaba a la venta de droga a pequeña escala entre los consumidores de la capital. El 5 de mayo del 2020, el sospechoso fue visto cuando se dirigía a un vehículo estacionado en una calle y le entregaba al conductor un envoltorio, efectuando actas de intervención que parecían confirmar que su actividad se enfocaba sobre todo a la comercialización de cocaína y resina de cannabis.

Así las cosas, el 30 de julio, los policías esperaron a las puertas de su vivienda a Manuel. Tras hablar con él, este no tardaría en confesar su profesión, algo que en muy pocas ocasiones suele ocurrir. No quedó ahí la cosa, la colaboración fue tal que el sospechoso aceptó regresar a su domicilio y entregar a los investigadores el material habitual que suelen tener quienes se dedican a la venta de estupefacientes. Una báscula para pesar las dosis, una tableta de resina de cannabis de 11 gramos y dos envoltorios de cocaína guardaba en su vivienda el detenido. Que no se estaba haciendo rico a costa de los drogadictos quedó claro cuando hizo entrega a los policías de diez euros, obtenidos de la venta.

Este jueves, quince meses después, Manuel compareció como acusado en la sala de vistas de la Audiencia provincial de Ourense. La Fiscalía había pedido tres años de prisión, si bien se tuvieron en cuenta algunas circunstancias que relajaron esa sanción. Se tomó en consideración que confesara, pero además su abogado presentó un informe que acredita que es consumidor de drogas y que se encuentra actualmente tratando de desintoxicarse en la Unidad de Conductas Adictivas. Así las cosas, se pactó una condena de un año y medio de prisión, con multa de 500 euros.