La entidad deportiva nació en 1971 vinculada a la parroquia de la capital que en aquel entonces dirigía Emilio Lorenzo
24 sep 2021 . Actualizado a las 16:53 h.«En 1971, don Emilio Lorenzo inauguró la Ciudad Deportiva Club Santo Domingo, con la intención de ofertar a los feligreses de su parroquia del mismo nombre, en la capital ourensana, todo tipo de actividades sociales, culturales y deportivas», es el recuerdo diáfano de Luis González Xesta, actual presidente de la entidad, que está cuidando con mimo las celebraciones de los cincuenta años de una trayectoria siempre inquieta y tendente al bienestar de sus socios.
El propio dirigente, al que las anécdotas se le caen de las manos, incide en la figura del párroco durante aquellos primeros tiempos del club: «Por las mañanas era habitual encontrarse con don Emilio, con su larga sotana, paseando por el club con sus dos pastores alemanes, Odín y Aleta, que guardaba en una caseta de la zona superior del aparcamiento».
Y también tiene que aludir, por fuerza, a la evolución de unas instalaciones entre las cuales las pistas de tenis y las polideportivas exteriores son todo un referente del aprovechamiento del ocio de un modo saludable.
Otros detalles llamativos de aquella etapa primigenia los encontramos en las normas de funcionamiento redactadas a inicio de los años setenta. Giraban en torno al objetivo de «cultivar el ejercicio deportivo como valor educativo y social, tan varonil en ellos como femenino en ellas». Unos términos que también eran concisos a la hora de hablar de la casa de campo -actual local social-, en cuyas dependencias era obligatorio: «Comportarse con respeto, consideración y el debido decoro en actitudes y lenguaje exigido por el rango y tono del club».
El presidente de la agrupación rememora, por otra parte, que en aquel entonces no se podía acceder a la citada casa de campo en ropa deportiva y que al tenis solo se podía jugar con indumentaria de color blanco. «Estaba prohibido bajo pena de expulsión salir del recinto de piscinas en traje de baño o desvestirse fuera de las cabinas», explica Luis, subrayando de paso que «los nuevos socios, previa solicitud a la junta rectora, debían contar con el ‘aval moral' de dos socios fundadores mayores de edad».
Precisamente aquellos socios de la era de la fundación fueron esta misma semana los protagonistas de un acto interno, en el que se reconocieron sus iniciativas durante aquellos años, como argumenta Luis González: «Son gente bastante mayor y no es fácil reunirlos aquí en el club, pero queríamos hacer un reconocimiento tanto a ellos como a sus familiares, por lo que han representado en la historia de nuestra sociedad, junto a las sucesivas juntas rectoras».
Cabe recordar que a lo largo de esa trayectoria destaca una escuela de tenis creada en 1975, además de acoger campeonatos gallegos o torneos como el Futures o el ITF. Otras actividades fueron el atletismo -en especial la jabalina-, el tiro con arco, el rugbi y el fútbol sala. El Santo Domingo también contó durante años con un equipo de la Liga Provincial de Fútbol Veterano. En el apartado social, siguen siendo citas obligadas el Magosto, la Sardinada de San Juan, la Cena de Reyes, la visita de Papá Noel, la Cena de Carnaval y otras. Todavía hay carrete para el futuro.