Una llamada anónima destapó en O Carballiño que una mujer había tenido relaciones con un adolescente

m. v. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MIGUEL VILLAR

La acusada negó los hechos en el juicio y dijo que solo le dio de cenar a la víctima

09 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Visto para sentencia quedó este jueves en la sala de vistas de la Audiencia provincial de Ourense la causa contra una mujer acusada de haber tenido relaciones sexuales con un chico de 14 años, al que conocía porque era amigo de sus hijas. A puerta cerrada, dada la delicada naturaleza del asunto, tanto la acusada como el adolescente, así como algunos amigos, declararon ante el tribunal, que debe ahora decidir si esa relación, que se consideraría un abuso sexual dada la edad del chico, existió o no. La Fiscalía pide una pena de diez años de cárcel y ocho más de libertad vigilada.

Pero nada de eso fue reconocido por la acusada. Admitió que una noche de un fin de semana el chico estuvo en su casa con su grupo de amigos, pero negó haber estado con él a solas en la habitación y haber tenido con él algún tipo de contacto sexual. Dijo, eso sí, que ambos habían estado en la cocina de la casa, ya que el chico le había dicho que tenía hambre y ella le había calentado unos macarrones.

No coincide esta versión con la del adolescente, que se mantuvo en lo que aseguró desde el momento en el que se conocieron los hechos. Aunque fue parco en palabras, explicó que cuando el grupo estaba haciendo el juego de la botella, la madre de su amiga le pidió que se fuera con él a la habitación. Él en un principio no aceptó, si bien el resto de los allí presentes lo animaron para que se levantara. Ya en la habitación, tuvo relaciones sexuales completas, insistió, con la acusada.

Tres amigos del chico explicaron que no vieron si eso ocurría o no, aunque sí admitieron que uno y otra se fueron juntos a una habitación. Estos tres testigos declararon que su amigo les contó que había tenido un encuentro íntimo con la adulta.

Sin embargo, el asunto no trascendió a la luz de forma inmediata. En los días o semanas posteriores al incidente alguien, que no quiso identificarse, llamó al cuartel de la Guardia Civil de O Carballiño informando de lo ocurrido y dando algunos detalles que ayudaron a los agentes a tirar del hilo. Así lo confirmó ante los jueces de la Audiencia un agente de la Benemérita, que explicó que tras la llamada anónima se pusieron a investigar, hasta que dieron con la acusada. El forense, por su parte, constató que no se detectaron secuelas psíquicas en el menor.

Tras declarar los testigos citados, en poco más de una hora, la defensa solicitó la libre absolución, al considerar que no existen pruebas para condenar.