El IES Lagoa de Antela, de Xinzo, creó juegos para enseñar matemáticas durante la pandemia

Fina Ulloa
fina ulloa OURENSE / LA VOZ

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Un centenar de alumnos de A Limia participaron en los retos que en los dos últimos cursos les plantearon los profesores para motivarles

05 jul 2021 . Actualizado a las 20:07 h.

¿Pueden las matemáticas ser una actividad divertida? Marina Nogueiras Fernández está convencida de que sí. Esta profesora del IES Lagoa de Antela, de Xinzo de Limia, asegura que siempre sintió un interés especial por la parte más lúdica de una materia que arrastra el sambenito de ser una de las asignaturas hueso de cualquier nivel educativo.

«Sempre me gustou a parte recreativa das matemáticas e tamén ensinarlles as súas aplicacións máis prácticas e, sobre todo, o fomento do espírito crítico con esta disciplina», afirma. ¿Cómo lo hace? Pues echándole imaginación y utilizando todas las herramientas que tiene a mano. A Marina le sirve, por ejemplo, una noticia sobre el covid y los porcentajes de los casos de trombosis generados por las vacunas, para enseñar a sus alumnos a interpretar ese tipo de información cuando se la encuentren a lo largo de su vida «sen deixarse manipular por lecturas sesgadas deses mesmos datos». Pero también puede empezar la clase haciendo un truco de magia adivinando el número que los alumnos están pensando, con el que no solo les sorprende y capta su atención, sino que les obliga a pensar para aplicar la materia. «Gústame facerllo cando estamos empezando coas ecuacións, e para eles é moi sorprendente. O truco é unha ecuación das máis sinxelas, pero teñen que dar con ela», cuenta.

Esta profesora de Rairiz de Veiga llegó al instituto de Xinzo hace dos años y, pese a tener que afrontar en un centro nuevo los dos cursos de la pandemia, contagió sus ideas sobre la docencia de las matemáticas a otros compañeros de departamento, como Ana Nieto y Antonio Vila. Juntos, y con el apoyo del director, Manuel Grande, hicieron posible que los alumnos empezasen a mirar de otro modo a una de las asignaturas que suele contar históricamente menos afectos entre los educandos.

«Antes de chegar ao Lagoa de Antela, eu estaba no IES do Barral, en Ponteareas, e o departamento de matemáticas era integramente de Ourense, polo que os días que viaxabamos no mesmo coche aquilo era un fervedoiro de ideas», relata. Marina no tiene dudas de que vivir esa circunstancia totalmente fortuita «foi unha sorte, porque alí naceron os concursos e actividades deste tipo», asegura.

Con el decreto del estado de alarma el pasado año, Marina pensó que podía plantear a sus alumnos una opción algo más amena para trabajar la materia que fuera más allá del trasiego de boletines «que eu lle propuña, enviaba, reenviaban, corrixía e reenviaba novamente».

Así nació 40mates, por lo de la cuarentena; que luego, curiosamente, perdió el número y derivó en Corentamates. «Cando lles pedín retroalimentación vin que lles encantara; aínda que tiveran que esperar polos agasallos uns cantos meses debido ao covid», recuerda. Este curso se repitió la iniciativa aunque con variaciones en el formato. «Foron cinco retos e dispuñan dun buzón onde facían a súa entrega ca que acadaban unha puntuación de xeito inversamente proporcional ao tempo que tardaban en entregala. Antes de anunciar o seguinte reto púñalles o ránking coas puntuacións», cuenta.

Los premios

Un centenar de alumnos participaron en los concursos y desafíos voluntarios que se han organizado y los mejor clasificados recibieron justo en la despedida del curso los regalos. Gabriel Rodríguez Gómez se llevó un dron; Lara Sotelo Nogueiras el juego de mesa Sagrada; Ainhoa Cabrera Teixeira el Lucky Numbers y Marco Vázquez Rodríguez el Rummikub, mientras que Aldara Rodríguez Rodríguez se hizo con el juego cooperativo Misión cumplida.

Y precisamente eso, misión cumplida, es lo que piensa Marina tras percibir que ahora sus alumnos afrontan las clases de matemáticas con otro espíritu.

«Non é fácil, porque temos un programa da materia que hai que cumprir, e temos que render contas ao final de curso do que se puido ou non se puido impartir. O que nós fixemos é un mix; cunha parte de método tradicional e, dentro de cada bloque que vas dando, sacas algunhas actividades máis lúdicas que lles obriguen a pensar. Non todo se pode dar con xogos, pero o que podes aplicar así non se lles esquece; o que aprenden con xogos é moi difícil que o perdan», insiste. Marina lamenta que no haya más cursos de formación para que los profesores puedan adquirir herramientas que les ayuden en la enseñanza de esta materia de forma más atractiva y ajustada a la realidad de un mundo cada vez más tecnológico.