Jácome pierde la cuestión de confianza pero PSOE y PP remarcan sus diferencias

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE

OURENSE

Pleno del Concello de Ourense en el Auditorio
Pleno del Concello de Ourense en el Auditorio SANTI M. AMIL

La oposición tiene un mes para formular una moción de censura y, si no lo hacen, quedará aprobada la operación para disponer de 62 millones

15 jun 2021 . Actualizado a las 09:28 h.

Un voto más que la semana pasada. Eso es lo que logró Gonzalo Pérez Jácome este lunes en el nuevo debate para la aprobación de una operación presupuestaria que le permitiría movilizar 62 millones del ahorro que tiene acumulado el Concello de Ourense, ahora vinculando la propuesta a una cuestión de confianza. A los tres votos a favor de los miembros del gobierno, se sumó de nuevo el del portavoz de Ciudadanos, José Araújo, y el del exconcejal de ese mismo partido, ahora no adscrito, Laureano Bermejo, que el pasado miércoles se abstuvo. Fueron, por lo tanto, cinco síes, frente a los catorce noes que sumaron los representantes de PSOE, de BNG y de los no adscritos que abandonaron Democracia Ourensana. El PP se mantuvo en la abstención y Jácome perdió la cuestión de confianza. Ahora se abre un plazo de un mes para que la oposición presente una moción de censura, pero para ello es necesario un acuerdo de PSOE y PP, un escenario que ambas formaciones no contemplan. Si, efectivamente, se consumen esos treinta días sin alternativa, la operación quedará automáticamente aprobada y el alcalde podrá disponer de ese dinero, previsto básicamente para obras.

«Nos separan muchísimas cosas del alcalde, pero nosotros buscamos lo mejor para Ourense», dijo Flora Moure, portavoz del PP en esta ocasión en lugar de Ana María Fernández Morenza, que fue quien habló la semana pasada. Cabe destacar, por otra parte, que esta vez sí estuvo el coordinador del grupo popular, Jesús Vázquez, que el pasado miércoles no asistió, recibiendo críticas por ello incluso desde su propio partido. Moure y el portavoz socialista, Rafael Rodríguez Villarino, mantuvieron un encendido debate. «El único que no ofrece confianza es usted, señor Villarino», dijo la representante del PP, que explicó que su partido no respalda íntegramente la operación de 62 millones, pero sí muchos de los gastos que esta prevé. «Nosotros no vamos a ser nunca un obstáculo para que la ciudad avance», proclamó.

El líder del PSOE destacó las negociaciones del PP y Democracia Ourensana para el regreso de los populares al gobierno. Están, según dijo, «esperando ao momento de volver a poñer as zarpas sobre os recursos do Concello». Además, recordó que tras la ruptura de la coalición, llegó a aceptar el veto de los populares, que exigían que él no fuese el candidato en caso de una moción de censura. «Non sei se o repetiría», dijo Villarino, que sentenció: «O PP é o culpable de que esta cidade sexa unha caricatura do que foi».

La abstención del PP disgustó al PSOE, pero también a una parte de su propio partido -en el que había voces que defendían un voto a favor- e incluso al regidor. «Es difícil de entender que quieran formar parte de un gobierno si no dan su confianza el que es hoy alcalde. [...] También se criticaba en el Infierno de Dante, no solo a los traidores, en este caso, a los tránsfugas, sino también a los tibios», dijo Jácome, que defendió la conveniencia de la operación porque «es fundamental que el dinero no esté parado en el banco» y porque permitiría la creación de más de quinientos puestos de trabajo.

El BNG se reafirmó en su voto en contra y dio por hecha la aprobación automática de los 62 millones cuando pase el mes. Su portavoz, Luis Seara, recordó, no obstante, que el pleno ya había retirado la confianza al alcalde en septiembre, cuando 23 concejales respaldaron una iniciativa que reclamaba su dimisión. También José Araújo, de Ciudadanos, se mostró convencido de que la operación saldrá adelante por la falta de acuerdo entre PSOE y PP, pero defendió que, en este contexto, la ciudad necesita de inversiones. «Eu négome a entrar no lote de poñer paos nas rodas», remachó. En similares términos se manifestó el no adscrito Laureano Bermejo, que recientemente abandonó el partido naranja. Finalmente, en nombre de los no adscritos que dejaron Democracia Ourensana habló Miguel Caride, que alertó del «sachazo» a los ahorros municipales que supone la propuesta.