«Cuesta asumir lo de la bolsa, pero luego te das cuenta de lo que ganas en calidad de vida»

«Para mí fue un shock; no me hacía a la idea de lo que me estaban diciendo cuando me hablaban de un agujero y de una bolsa», recuerda José Colmenero. Eso fue poco antes de ser operado de un tumor de colon en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), hace más de año y medio. De esa intervención salió con una ostomía permanente, una abertura quirúrgica a la que se conecta una bolsa con el objetivo de que se recoja en ella el contenido intestinal. «Al principio cuesta asumir lo de la bolsa, pero luego te das cuenta de lo que ganas en calidad de vida. Realmente lo que pienso ahora es que lo de antes sí que no era vivir; siempre pendiente de ir a un baño cada cinco minutos», cuenta José, que también narra como, en su proceso, fue aprendiendo qué tipo entre los distintos modelos le encajaba más y le hacía sentirse más cómodo y libre. Este ourensano de 59 años también recuerda las primeras dudas «sobre si se me notaría o si dejaría salir algún olor». Temores que hoy ya están olvidados. «Realmente, si yo no lo digo, nadie se da cuenta de nada», afirma. José participó este jueves en la inauguración de la exposición «Héroes y heroínas», una iniciativa que busca poner rostro a los hombres y mujeres que conviven con una ostomía para normalizar su situación socialmente y, al mismo tiempo, visibilizar también el trabajo de las enfermeras del grupo Gesto, expertas en estomaterapia. Entre los rostros de las profesionales se reconoce el de María Riveiro García, que es la encargada de esa consulta de enfermería en el CHUO y la encargada de ayudar a los pacientes ourensanos a asumir e integrar con normalidad en su día a día esta nueva realidad.En el CHUO se realizan cada año una media de 200 ostomías a pacientes, no sólo con cáncer de colon sino con otras enfermedades intestinales crónicas. La pandemia no se ha notado prácticamente en esa cifra ya que, sobre todo en el caso de pacientes oncológicos, se han mantenido los protocolos de tiempos mínimos para las operaciones.

Además de contar su experiencia durante la inauguración de la expsición, igual que hizo Manuel Castro, otro paciente que acudió al acto; a José le gustaría dar un paso más y colaborar como voluntario en esa consulta especializada para ayudar a otros pacientes «contándoles mi experiencia y aclarándoles dudas, especialmente a los más jóvenes que es a quienes más les puede costar esa primera fase de adaptación» opina. De momento ha comentado su disponibilidad tanto a la delegación ourensana de la Asociación contra el Cáncer como a la enfermera especializada del CHUO; aunque la pandemia ha impedido que pueda ponerse en marcha.

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