La pianista Fátima García dio un concierto en el Principal de Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

OURENSE

Santi M. Amil

La artista ourensana busca arrancar su carrera profesional y que la música clásica no pare nunca

01 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Fátima García es de Ourense, aunque con solo dos añitos se trasladó con sus padres a Asturias, donde todavía vive. Hoy, a sus veinticinco y a punto de cumplir uno más, es una excelente pianista de clásica y muy ourensana, como dice ella misma. «Soy completamente gallega, de hecho la mayoría de mi familia sigue aquí», apunta. Con aquí se refiere a la provincia, y en la capital, concretamente en el Principal acaba de dar uno de sus primeros recitales. «Fue una experiencia muy agradable. El equipo del teatro es increíble, me hizo sentir a gusto todo el tiempo», afirma. También el público. «Es fenomenal saber que en las butacas están mi familia y amigos, pero es que todos los espectadores fueron un regalo, de verdad», continúa.

Fátima se enamoró del piano siendo todavía una niña. Pasó por la Escuela de Música y el Conservatorio de Oviedo; y cuando tenía 14 años conoció a la pianista rusa Olga Semushina. Esta fue su maestra durante siete años, hasta que falleció. Ahora la guía el coruñés Emilio Álvarez. «Creo que la música es un arte con muchísimas posibilidades, es polifacética. Yo no quiero que pare, mi sueño sería ser feliz tocando durante muchos años. Pero también contemplo la enseñanza», afirma Fátima. La joven está iniciando su carrera artística como concertista y en su programa no faltan piezas de Bach, de Beethoven, de Chopin o de Scarlatti. Y lo que más le gustaría sería poner en valor la música clásica, que esa sea la auténtica protagonista sobre el escenario. «En este sector hay mucha competencia y elitismo. Estamos en un momento en el que hay un ensalzamiento muy grande del artista, un narcisismo bastante exacerbado y con eso hay que acabar porque lo verdaderamente importante es promover y acercar la música a todo el mundo», termina Fátima.