«La pandemia nos obligó a asumir más responsabilidades en el trabajo diario»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

OURENSE

El área sanitaria despidió ayer a los 38 médicos y enfermeros residentes que se han estado formando en el CHUO y los centros de salud en los últimos años

25 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia del coronavirus los pilló en el último año como médicos y enfermeros residentes, así que tuvieron un final muy distinto al de compañeros de otras promociones anteriores. El coronavirus obligó a reformular el trabajo diario en hospitales y centros de salud, y eso afectó también a los profesionales que se estaban formando en ellos. «La pandemia cambió las rutinas de trabajo; y nos obligó a asumir más responsabilidades, a tener que dar un paso al frente», recordaba Alejandro Conde, especialista en Medicina Preventiva, que ayer se despedía de cuatro años de formación en el CHUO.

Defendía que no cree que les haya afectado mucho en su formación. «Un residente de cuarto ya hace muchas tareas que haría un adjunto, pero un residente de primero no puede. Creo que ellos son los que se pueden ver más afectados, si esto sigue, como parece que va a ser. A nosotros ya nos cogió con cierta soltura», añadía. Perdieron la posibilidad de hacer algunas rotaciones (sobre todo en el extranjero); pero a cambio se llevan lo aprendido en el día a día. «Aunque está todo reglado, una pandemia te impulsa a avanzar; y se tocaban aspectos que antes igual no veías. Tuvimos que acelerar la formación, tanto en sentido cuantitativo, por horas de trabajo, como cualitativo, por responsabilidad», explicaba. Y aprovecharon el tiempo entre las diferentes olas para recuperar aquellos aspectos formativos que tuvieron que ser aparcados en los picos.

También participaba en el acto de despedida Cruz Fernández Ledo, enfermera especialista en medicina familiar y comunitaria. En su caso todavía le queda recuperar un curso de los dos de residencia, porque cuando estalló la pandemia tuvo que cogerse una baja, ya que estaba embarazada. «Yo fui de las que dio a luz con mascarilla», contaba. Se incorporó el mes pasado y seguirá compaginando el trabajo en el centro de salud de Valle Inclán (aunque ahora está en el de O Carballiño) con las guardias en Urgencias del CHUO. En su regreso, reconocía que se encontró «una sanidad muy cambiada», con dos circuitos separados -uno para pacientes con patologías respiratorias, ante la sospecha de que puedan tener covid, y otro para los demás-, adaptados a los nuevos protocolos.

Alejandro y Cruz formaban parte del grupo de 38 residentes que protagonizaron los actos de despedida -hubo dos para evitar grandes concentraciones de gente- organizados por la EOXI en el centro cultural Marcos Valcárcel. A todos se dirigió el gerente del área, Félix Rubial. «Lembrade as palabras de Claude Bernard, tan vixentes no seu momento como hoxe mesmo: ‘o deber dos sanitarios é curar ás veces, confortar cando sexa posible e confortar sempre'». Tras calificarles como «o produto máis selecto da docencia sanitaria en Ourense», les invitó a llevar «con fachenda» su origen profesional allí donde vayan.